ROMA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha advertido de que es necesario "darse prisa" en atender a las personas en dificultad, porque "la miseria no puede esperar". "¡Hay pobres a los que ayudar!", ha señalado.
En este sentido, ha arremetido contra los que cierran los ojos "abrumados por el pesimismo o cansados" ante las injusticias al tiempo que ha criticado también a quien ayuda a quien está alejado, pero no es capaz de volcarse en quien está junto a ellos.
En una audiencia privada con 6.000 miembros de los Siervos de la Caridad, cuyo fundador es San Luigi Guanella, un sacerdote italiano canonizado por Benedicto XVI en 2011, el Papa ha propuesto que para ayudar a los pobres se ponga en valor tres verbos: fiarse, observar y darse prisa.
En su discurso pronunciado en el en el Aula Pablo VI, ha denunciado la vista espiritual "miope" que no llega a mirar más allá del propio yo y ha invitado a mirar a los más necesitados con "ojos renovados por el amor".
Además, ha advertido del peligro de no fiarse de Dios, "tomar distancia" y "sospechar que su paternidad no sea de verdad providente y buena". "Parece que es mejor no fiarse de Él hasta el final porque podría pedirnos algo demasiado comprometido o enviarnos cualquier prueba. Esto es un gran engaño: es un engaño antiguo del enemigo de Dios y del hombre, que camufla la realidad a través del y bien y del mal", ha sentenciado.
Asimismo, ha apuntado a que en la actualidad existen muchos problemas que crean "nuevas pobrezas y muchas injusticias", pero ha resaltado que "la más grande carestía es la de la caridad". "Sirven sobre todo personas con ojos renovados por el amor y miradas que infundan esperanza", ha explicado. Así, ha invitado a tener ante las injusticias "una mirada que infunda esperanza y alegría, capaz al mismo tiempo de probar un vivo sentido de compasión ante quien sufre".
Finalmente,