Actualizado: domingo, 15 octubre 2017 12:33

ROMA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha proclamado santo al sacerdote español Faustino Míguez, fundador del instituto calasancio Hijas de la Divina Pastora, en una ceremonia celebrada este domingo 15 de octubre en la basílica de San Pedro del Vaticano.

Francisco ha declamado la fórmula en latín para pedir que el sacerdote fuese inscrito en los libros de los santos de la Iglesia.

Durante la ceremonia de este domingo, también se celebraron las canonizaciones de otros 34 nuevos santos: los llamados "tres niños Mártires de Tlaxcala (México)", asesinados entre 1527 y 1529, así como un grupo de así como un grupo de 30 brasileños, considerados los primeros mártires del país, y el capuchino italiano, Angelo da Acri.

Míguez fue beatificado en octubre de 1998 por Juan Pablo II en el Vaticano. El milagro, un hecho extraordinario para la medicina, ocurrió en favor de Verónica Stobert, una madre chilena, apoderada y catequista del Colegio Divina Pastora, con un cuadro de preclampsia y hemorragia en su cuarto embarazo. Su esposo e hijas atribuyen el milagro a Faustino Míguez, según la conferencia episcopal de Chile.

En la canonización han estado presentes Verónica Stoberg y su familia junto a la superiora general del Instituto.

Además, estaba prevista la presencia de una delegación de la diócesis de Orense, ya que el santo es orensano; autoridades civiles encabezadas por el presidente de la Diputación de Orense, Manuel Baltar; y la Real Banda de Gaitas de la Diputación, que ha tocado durante la ceremonia. Por parte del Gobierno, la delegación española esta encabezada por el secretario general de la Administración de Justicia del Ministerio de Justicia, Antonio Dorado Picón.

Míguez nació en Xamirás, una aldea de Acebedo do Río, Celanova, el 24 de marzo de 1831 y falleció en Getafe (Madrid) el 8 de marzo de 1925.

Era el cuarto hijo de una familia cristiana trabajadora. A los siete años se marchó a estudiar Latín y humanidades al Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, en Orense, para hacerse sacerdote; Allí estará desde 1847 hasta 1850, y decide dedicar su vida a la enseñanza siguiendo el carisma de San José de Calasanz.

Ingresa en el noviciado de los escolapios de (Madrid) en 1850 y toma los hábitos el 5 de diciembre del mismo año, tomando el nombre de Faustino de la Encarnación Sch. P. (había nacido la víspera del día de la Anunciación y la Encarnación del Señor). Las persecuciones religiosas del gobierno de Baldomero Espartero, en 1855, y el cierre de seminarios coinciden con el fin de su formación. El mismo año es ordenado diacono, y el 8 de marzo de 1856, sacerdote en San Marcos de Madrid, por el obispo de Burgos.

Fue enviado a Cuba, a la casa de los escolapios, donde se formaban buena parte de los futuros maestros de la entonces colonia española.

UN CIENTÍFICO CON AFICIÓN A LAS PLANTAS

Durante su estancia en el colegio de los escolapios en Guanabacoa (Cuba) su afición por la naturaleza y las plantas le llevó a investigar sobre las mismas y sus efectos terapéuticos, que experimentó en sí mismo. Posteriormente, al ser trasladado a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), fue encargado por el Ayuntamiento del análisis de las aguas de la población.

Regresó a España en 1860, al colegio de Madrid, Getafe (1861) y Celanova. Será bibliotecario del Monasterio de El Escorial, y pasará por los colegios de de Monforte de Lemos (Lugo), donde es rector, y al de Sanlúcar de Barrameda (1879). En ellos fue profesor de latín, historia, álgebra, geometría, retórica, geografía, agricultura, física y química, historia natural, higiene y francés.

Sus éxitos en la curación mediante las plantas le llevaron a elaborar específicos, de los que 12 se hallan registrados en la Dirección General de Sanidad desde 1922, vendidos en numerosas farmacias. Creó el laboratorio Míguez de Getafe (Madrid).

DEFENSOR DE LAS MUJERES

Dedicó especial atención a las niñas de las que piensa que son "las esposas y madres del mañana" y "la parte más interesante de la sociedad, la portadora de paz, y el alma de la familia". Por tanto promueve la educación humanocristiana de las niñas, trabajo entonces mas abandonado que el de los niños: Piensa entonces en fundar una congregación que, siguiendo el carisma escolapio, se dedique preferentemente a la educación de las niñas. En Sanlúcar de Barrameda pidió permiso a sus superiores para crear el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, el 2 de enero de 1855, con objeto de atender a las niñas. Nace así el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora o Hermanas Calasancias el 2 de enero de 1885.

Faustino Míguez es el fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, que cuenta con colegios y casas de religiosas en cuatro continentes América, Asia, África y Europa.

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