ESTAMBUL 30 Nov. (por Ildefonso González, EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI recordó hoy el genocidio armenio cometido por el Imperio Otomano durante la I Guerra Mundial, un hecho histórico que el actual Gobierno de Turquía no reconoce y por el que mantiene una agria disputa con Francia.
En un saludo al Patriarca Armenio Mesrob II durante una visita de oración en la Catedral Armenia Apostólica de Estambul, el Pontífice recordó el testimonio y la fe cristiana del pueblo armenio transmitida "con frecuencia en circunstancias verdaderamente trágicas, como las experimentadas durante el siglo pasado".
Su Santidad se refería a la deportación masiva y a la muerte de un número indeterminado de civiles armenios, estimado en varios cientos de miles o más de un millón, durante el Gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio Otomano, desde 1915 hasta 1917, durante la Primera Guerra Mundial.
Aunque Ankara no niega que los asesinatos de civiles armenios ocurrieran realmente, no admite que se tratase de un genocidio, arguyendo que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo dispuesto por el Estado otomano, sino que fueron causadas por las luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso periodo de la 'Gran Guerra'.
A pesar de esta tesis, casi todos los estudiosos --incluso algunos turcos-- opinan que los hechos encajan en la definición actual de genocidio. Una lista creciente de países ha reconocido oficialmente la autenticidad del genocidio armenio.
Hace unos días, Turquía suspendió sus relaciones militares con Francia en protesta por la aprobación en el Parlamento galo en octubre de una proyecto de ley que condena la negación del también conocido como "Holocausto" o "Masacre Armenia".
UNION DE LOS CRISTIANOS
Benedicto XVI, que calificó su encuentro con Mesrob II como "de cortesía ecuménica", "de amistad" y de "signo de esperanza", llamó a la unión de ritos cristianos. Así, se refirió a "derribar los muros de la división" citando las siguientes palabras de Jesucristo: "Que sean una cosa sola, para que el mundo crea que Tú me has manado".
En opinión del Pontífice, las "trágicas divisiones" a través de los tiempos constituyen un "escándalo para el mundo" y "dañan la santísima causa de la predicación del Evangelio". Su Santidad había utilizado esta mañana las mismas palabras en su encuentro con el Patriarca Ecuménico Bartolomeo I.
Asimismo, el Papa prometió hacer todo lo posible para "curar las heridas de la separación" y "acelerar el trabajo de reconstrucción" en el asunto de la unidad de los cristianos.
Finalmente, recordó a sus predecesores Pablo VI y Juan Pablo II, a los que el entonces Patriarca Armenio Kalustian recibió en el mismo lugar. En recuerdo de dichas visitas, la comunidad armenia colocó a la entrada de la catedral una lápida en forma de cruz con los nombres de los tres Pontífices y que Benedicto XVI descubrió al final de la celebración.
Después de su encuentro con Mesrob II, Su Santidad recibirá en la sede de la Nunciatura Apostólica en Estambul al metropolita sirio-ortodoxo, Filuksinos Yusuf Çetin, y al gran rabino de Turquía, Isak Haleva. El punto y final de la jornada de hoy lo pondrá con una cena miembros de la Conferencia Episcopal de este país.