La Policía detiene a 76 nigerianos por la falsificación de más de 6.000 tarjetas virtuales y de crédito

Actualizado: viernes, 28 abril 2006 11:33


MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Policía detuvo a una red nigeriana de falsificadores de tarjetas virtuales y de crédito que operaba en Cataluña, Valencia, Andalucía, Baleares y Madrid. Durante la operación, denominada 'Nigerian Oeste', se detuvieron a 76 personas de esa nacionalidad. El importe defraudado asciende a varios millones de euros.

Según informó hoy la Policía Nacional, los integrantes de la organización delictiva no sólo se dedicaban a la clonación y defraudación con tarjetas de crédito, sino a la falsificación de documentos y estafas denominadas "cartas nigerianas" y otros fraudes.

Las primeras investigaciones se iniciaron en abril de 2005, tras la denuncia del operador bancario Servired, ya que en numerosos comercios españoles se estaban produciendo operaciones fraudulentas con tarjetas de crédito expedidas por bancos sudafricanos y norteamericanos.

Muchas de las tarjetas utilizadas en comercios, eran previamente comprobadas a través de la página Web de RENFE, mediante la realización de compras de billetes. Una vez autorizada la operación era anulada inmediatamente para evitar el fraude y la consiguiente alarma. De esta forma, los delincuentes podían conocer la validez de la tarjeta que iban a utilizar para la realización del fraude.

Esta información canalizada a través de un sistema de alerta, creado por la Comisaría General de Policía Judicial para los casos de fraude con tarjetas de crédito, dio lugar a la detención "in fraganti" de treinta y cuatro personas, en su mayoría de origen nigeriano.

En una segunda fase, los investigadores detectaron la conexión de los detenidos con una organización criminal que operaba en la comunidad de Madrid, fuertemente estructurada y con roles muy definidos entre sus miembros, dedicada a la clonación de tarjetas de crédito y su uso fraudulento en establecimientos comerciales.

Adquirían bienes y servicios a través de Internet, tales como electrodomésticos, ordenadores, billetes de avión y recargas fraudulentas de saldo de teléfonos móviles. Las numeraciones de las tarjetas de crédito provienen de ciudadanos residentes en Reino Unido, Estados Unidos y Malasia, y son recibidas a través de mensajes de texto, de fax e, incluso, a través de Internet.

Esta organización comprobaba la validez de las tarjetas de crédito sobre las que operar fraudulentamente a través de compañías intermediarias en la transacción de pagos y que ofrecen sus servicios por medio de contestadores automáticos. Tal es el caso de la compañía inglesa Streamline y la norteamericana AT&T.

TODO TIPO DE FRAUDES

Las actividades de este grupo no se circunscribían únicamente a la falsificación de tarjetas de crédito, sino que se extendían a la falsificación de documentos, realización de numerosas estafas mediante las denominadas cartas nigerianas, billetes tintados y otro tipo de fraudes.

Para el desarrollo de sus múltiples actividades delictivas la red se servía de locutorios y bares, frecuentados por ciudadanos de origen africano. En estos establecimientos se realizaban todo tipo de transacciones, como la entrega de documentos o tarjetas falsificadas, y la entrega material de dinero en efectivo para el pago de esos documentos y tarjetas.

Durante la operación, también se descubrieron tres de los más importantes talleres preparados para la falsificación de tarjetas de crédito y documentaciones falsas que en la actualidad operaban en España. En uno de los domicilios inspeccionados se encontraron más de 6.000 numeraciones de tarjetas, "tarjetas virtuales" para su utilización en la compra a través de Internet de todo tipo de bienes y servicios.

Se incautaron, además, de 6.000 tarjetas virtuales; 300 de crédito; 3 lectores-grabadores; 41 teléfonos móviles, 7 teléfonos fax, 4 cámaras fotográficas, 4 ordenadores portátiles; 20 ordenadores personales; 9 impresoras; gran cantidad de documentación bancaria, 4 televisores de plasma, 20.000 euros en efectivo y un vehículo.

Algunas números de tarjeta eran generados con los programas y sistemas adecuados, disponiendo ya de la fecha de caducidad. Otras eran copiadas de tarjetas reales, las cuales contaban con los datos necesarios para ser utilizadas fraudulentamente en comercios tras su copiado en bandas magnéticas de plásticos falsificados.

El volumen total de lo defraudado asciende a varios millones de euros, aunque aún está pendiente de confirmación por parte de los operadores y emisores de tarjetas de crédito y débito la cifra definitiva.

Los arrestados cuentan con varios antecedentes por motivos similares ya que forman parte de redes organizadas dedicadas a esta actividad delictiva, con diferentes contactos en el extranjero para la obtención de numeraciones de tarjetas de crédito. El material informático era conseguido en Estados Unidos y, posteriormente, con los medios técnicos adecuados, obtenían el copiado de tarjetas y el posterior uso fraudulento de las mismas. Los detenidos pasarán a disposición del Juzgado Central de Instrucción Nº 1 de la Audiencia Nacional.