La Policía entró en la sucursal de Madrid para valorar la situación tras la entrega de los atracadores

Actualizado: lunes, 3 abril 2006 22:37


MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Policía junto con empleados de la sucursal del BBVA de la Avenida de la Albufera se encontraban a las seis menos cuarto de la tarde en el interior de la oficina bancaria examinando el lugar para valorar la situación una vez que los atracadores se han entregado y todos los rehenes han sido liberados sin daños.

La zona permanece acordonada pero solamente ya frente al banco, y el dispositivo policial está empezando a ser retirado. Asimismo, los tiradores de élite que se encontraban en edificios próximos han abandonado los lugares que ocupaban y poco a poco estaba volviendo la tranquilidad al lugar, aunque eran muchos los corrillos de personas que comentaban lo sucedido.

En las inmediaciones de la sucursal bancaria, un portavoz del Samur-Protección Civil, Calos Barra, explicó que ninguno de los rehenes que fueron retenidos por los atracadores ha sufrido daño alguno. Únicamente han tenido que ser atendidos por los psicólogos ante los síntomas de crisis de ansiedad que presentaban algunos.

PRIMERO LIBERARON A LAS MUJERES

Este portavoz aseguró que en un principio llegó a haber en la oficina del BBVA casi una docena de rehenes, que fueron liberados poco a poco por los delincuentes cuando se vieron rodeados por la Policía. Primero liberaron a las mujeres que se encontraban en el banco, y finalmente a los hombres.

El portavoz del Samur destacó que todos los rehenes se encontraban en buen estado físico a pesar de la fuerte tensión que sufrieron cuando fueron retenidos a la fuerza por los asaltantes.

Igualmente resaltó que se había establecido por parte del Samur un dispositivo especial para el caso de que se produjeran heridos como consecuencia de la acción de los atracadores o por cualquier otra circunstancia. También destacó "la fenomenal actuación de la Policía" que había conseguido que los asaltantes se entregaran sin que se produjeran daños de ningún tipo.

Por su parte, el delegado de prevención de Riesgos Laborales de UGT-BBVA Madrid, José María Martínez, confirmó que todos los rehenes de la sucursal bancaria resultaron ilesos y explicó que se trataba de seis trabajadores y cuatro clientes.

El citado representante laboral dijo asimismo que, además de los psicólogos del Samur, el BBVA había puesto a disposición de los empleados de la entidad un equipo de médicos de esta especialidad para atenderles ante los posibles daños psíquicos que pudieran haber sufrido como consecuencia de la situación vivida.

"NO QUERÍAN PROBLEMAS"

Uno de los rehenes del atraco aseguró esta tarde que los dos asaltantes entraron en la entidad bancaria afirmando que "no querían problemas", aunque a medida que pasaba el tiempo "se iban poniendo cada vez más nerviosos".

José Manuel, cartero de profesión, explicó que una de las peticiones que los atracadores realizaron a los negociadores del Cuerpo Nacional de Policía fue la obtención de cierta cantidad de droga, además de mantas con las que tapar a los rehenes.

El rehén indicó que él y el resto de personas fueron conducidas por los asaltantes, a los que describió como "de mediana edad y de estatura normal", hasta un cuarto con las paredes de cristal, por lo que en todo momento pudieron observar todos los movimientos de los delincuentes.

Además, José Manuel confirmó que todos los rehenes, nada más abandonar al entidad bancaria, fueron conducidos a una perfumería situada en el portal contiguo, donde recibieron la atención de los psicólogos del Samur-Protección Civil y de los agentes de la Policía Nacional.

UNO DE LOS ASALTANTES IBA DISFRAZADO

Otro de los rehenes del atraco a la sucursal del BBVA del número 83 de la avenida de la Albufera afirmó que uno de los asaltantes iba disfrazado, aunque no pudo precisar de qué tipo de disfraz se trataba, mientras que el segundo llevaba la cara descubierta.

Además, explicó que los dos atracadores entraron en la entidad bancaria esgrimiendo sendas armas de fuego con las que apuntaron y amenazaron a todas las personas que en ese momento se encontraban en el interior, antes de conducirlas al cuarto de paredes transparentes en el que fueron recluidos hasta que finalizó el atraco.