Polonia llora la muerte de 26 compatriotas en un accidente de autobús en Francia

Actualizado: domingo, 22 julio 2007 21:50


GRENOBLE, 22 Jul. (OTR/PRESS) -

Las carreteras francesas se cobraron hoy la vida de 26 peregrinos polacos, pasajeros de un autobús que se salió de la carretera y se despeñó cerca de la aldea de Vizille, próxima a Grenoble. En el vehículo viajaban alrededor de medio centenar de personas, de visita por Europa mientras recorrían algunos de los santuarios religiosos más conocidos. Ahora corresponde a las autoridades investigar las causas de un accidente producido en un punto negro limitado para autobuses por su peligrosidad.

Los peregrinos habían partido desde Polonia el pasado 10 de julio para recorrer Francia, España y Portugal. En el momento del accidente, acababan de visitar Notre Dame de la Salet, ubicado a 40 kilómetros de Grenoble. Sin embargo, en su regreso, el autobús en el que viajaban se salió de la carretera y descendió unos 20 metros por un barranco.

Como consecuencia del impacto, el vehículo comenzó a arder. "Cuando el autobús estaba ardiendo, había heridos todavía dentro", afirmó Philippe Baret, propietario de la finca en la que cayó el vehículo. "Vi al menos a seis de ellos atrapados dentro y quemándose hasta la muerte ante mis ojos", lamentó Baret.

Hasta el lugar se desplazaron numerosos efectivos que comenzaron a atender a los heridos, que superaron la veintena, y a recoger los cuerpos de los fallecidos, al menos 26. La dificultad del lugar del accidente, junto a un río, hizo plantear la posibilidad de que algunos de ellos hubiesen salido disparados del habitáculo, por lo que se rastrearon los lugares cercanos. Un helicóptero se encargó del traslado de los heridos al hospital de Grenoble.

PUNTO NEGRO

Pese a que desde la agencia de viajes se confirmó que "el autobús había pasado todos los controles", lo cierto es que el transporte circulaba sin autorización por una calzada de ocho kilómetros con un siete por ciento de pendiente. La pronunciada inclinación y la dificultad de la carretera habían llevado a las autoridades a limitar el acceso de los autobuses a la zona, de tal forma que sólo pudiesen hacerlo con permiso.

La tragedia recuerda a Francia la peligrosidad de uno de los mayores puntos negros del país. El descenso de Laffrey se había cobrado hasta hoy la vida de otras 77 personas, en accidentes muy similares. Entre los años setenta y ochenta, tres incidentes terminaron con la vida de 23, 29 y 5 personas, según datos de 'Le Monde' recogidos por OTR/Press.

El primer ministro francés, Francois Fillon, visitó la zona y se comprometió a realizar un estudio pormenorizado de todos los puntos negros del país. Hasta el lugar también se desplazó el presidente polaco, Lech Kaczynski, quien quiso conocer sobre el terreno la situación, tras recibir la "solidaridad de los franceses" por teléfono y en boca del presidente de la República, Nicolas Sarkozy. Tanto en Polonia como en Francia, se desarrollarán funerales de recuerdo por las víctimas.