Un preso de Guantánamo critica las vejaciones del centro y apoya a Amnistía Internacional para solicitar su cierre

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 18 enero 2007 16:33

OVIEDO 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Ruhel Ahmed, un antiguo preso del centro de de reclusión norteamericano de Guantánamo, de 25 años de edad, relató hoy en Oviedo las vejaciones y torturas físicas, sexuales y psicológicas que sufrió en la prisión. Ahmed se desplazó a Asturias para apoyar la campaña de Amnistía Internacional en su petición de "cierre inmediato de la base".

Ahmed viajó acompañado por otro ex preso y amigo, Shafiq Rasul, que por motivos de salud no pudo asistir a la rueda de prensa. Los dos jóvenes británicos fueron protagonistas de la película 'Camino a Guantánamo'. Tanto ellos dos como su amigo Asif Iqbal pasaron dos años y medio bajo custodia de Estados Unidos en la base militar de Guantánamo.

Según Ahmed, más de dos años después de ser puestos en libertad sin cargos, siguen sin saber "por qué les detuvieron ni tampoco por qué decidieron ponerles en libertad".

La detención se produjo en el otoño de 2001. En aquel momento los jóvenes habían viajado a Pakistán para preparar la boda de uno de ellos, Asif Iqbal.

Durante su estancia en Karachi asistieron a una mezquita donde el imán "invitó a los fieles a ir a Afganistán a llevar ayuda humanitaria". Eran las semanas posteriores a los atentados del 11 de septiembre y previas a la intervención armada de Estado Unidos en Afganistán.

Según relató hoy Ahmed, fueron confundidos con talibanes y detenidos. "Más de 60 europeos fueron vendidos a Estado Unidos por 35.000 dólares cada uno. Solo querían a aquellos que hablaran inglés", explicó.

Ahmed aseguró que tras la detención los metieron en un "contenedor de metal sin comida ni aire desde el 28 de noviembre hasta finales de diciembre". Para trasladarlos desde Afganistán a Guantánamo les pusieron "un traje naranja de plástico, unas gafas para que no vieran y unos tapones para que no oyeran, y los ataron de pies y manos para que no se movieran durante las 24 horas que duró el viaje".

En Guantánamo, las condiciones eran "muy duras" y temían "continuamente por su vida". "Los presos estábamos en jaulas de dos por dos metros sin cama y con dos cubos, uno para lavarse y otro para las necesidades fiosológicas", recordó. Además, añadió que la cárcel estaba a la intemperie por lo que "la lluvia, el frió, el sol y los animales de la zona dificultaban las ya de por sí duras condiciones".

Además, aseguró que durante su encierro fueron interrogados por la CIA en repetidas ocasiones, así como por otros servicios secretos. Según Ahmed, su historia es "una de tantas que tuvo como consecuencia la necesidad de represalias de Estados Unidos tras el 11-S".

Tras dos años y medio, Cruz Roja Internacional se entera de su situación y se pone en contacto con el Gobierno Británico, que informa a Estados Unidos de que tienen recluidos en la base a tres ciudadanos británicos. Posteriormente, los tres jóvenes fueron liberados sin recibir ninguna explicación.

Según Amnistía Internacional, cinco años después de la llegada de los primeros presos, "casi 400 personas continúan recluidas en Guantánamo y ninguna ha sido juzgada". "Ningún retenido ha comparecido ante los tribunales, y todos permanecen recluidos de forma ilegal".

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