BARCELONA, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una profesora de un instituto de la provincia de Barcelona denunció en 2010 a los familiares de uno de sus alumnos de once años por irrumpir en una clase de segundo de ESO con amenazas de muerte tras haberle expulsado por insultarla y negarse a hacer un examen, según detalla la denuncia que el juez está investigando con declaraciones de testigos.
Según ha relatado la maestra a Europa Press, se quedó "blanca" cuando vio entrar en el aula al hermano mayor del alumno, que iba acompañado por su pareja y la madre.
Seguidamente se abalanzó violentamente sobre ella y la arrinconó con gritos e insultos, aunque algunos alumnos le cogieron de los brazos y lograron retenerle, lo que evitó que agrediera a la mujer.
El abogado de la profesora cree que estos hechos, que fueron grabados por cámaras, son constitutivos de un delito de atentado a la autoridad, agresión y amenazas, lo que aún está investigando el juez instructor.
El conflicto se generó una mañana de febrero en medio de un examen, al que el alumno --con problemas de comportamiento y que acumulaba muchas incidencias-- y algunos amigos llegaron 15 minutos tarde, si bien éste ignoró las órdenes de la profesora que le pidió silencio y que se cambiara de lugar, por lo que le echó de clase.
La profesora comunicó la incidencia y el centro decidió expulsar durante un día al niño y avisó a su madre, por lo que ésta se dirigió al centro con su hijo mayor, quien escarmentó y pegó a su hermano durante la hora de patio.
"Como profesora, como madre, como compañera y como ciudadana pensé que lo que había que hacer era denunciar", ha explicado, por lo que esa misma tarde se personó en una comisaría de los Mossos d'Esquadra y le dieron la baja hasta que la cambiaron de centro al final de curso para evitar el contacto con la familia y porque sufrió un trastorno emocional.
Tras vivir esta experiencia, la docente ha afirmado que, ante la creciente falta de respeto del profesorado por parte de niños y padres, "la administración debe dotar al profesor de la autoridad necesaria para hacerse respetar".
"La palabra y las actuaciones del profesor tienen que prevalecer por encima de los deseos de los alumnos o los padres" ha sostenido, a la vez que ha deplorado que, cada vez más, los alumnos conocen y reclaman todos sus derechos pero no cumplen sus obligaciones.
APOYO DE LOS COMPAÑEROS
La profesora ha lamentado que esta familia accediera al centro y se desplazara libremente por las instalaciones "sin que nadie les impidiera el paso", y ha explicado que se sintió desprotegida por parte de la dirección, aunque arropada por sus compañeros.
De hecho, los profesores convocaron un claustro extraordinario por el suceso y decidieron apoyar la denuncia, además de expresar "sus discrepancias" respecto a la falta de apoyo de la dirección de este centro a la docente, que nunca antes había tenido problemas con ningún alumno.
Su letrado, miembro del sindicato Anpe Cataluña, ha criticado que "actualmente los directores están más interesados en quedar bien con la administración que en defender a sus compañeros de trabajo", y ha añadido que cada vez se encuentran con más casos de conflictos con las direcciones de los centros.
