LONDRES, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Reino Unido dará dinero a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para que evacue a unos 5.000 trabajadores inmigrantes que están atrapados en la ciudad libia de Misrata (oeste), que ha sido objetivo de los ataques de las fuerzas del líder libio, Muamar Gadafi, durante varias semanas.
El secretario de Estado británico para el Desarrollo Internacional, Andrew Mitchell, ha declarado a la cadena BBC que la situación en Misrata "ha empeorado notablemente en los últimos días" y hay "5.000 trabajadores inmigrantes pobres atrapados en el puerto" mientras "a 300 yardas (274 metros) de donde están explota la munición".
"Reino Unido va a proporcionar un apoyo humanitario significativamente mayor para sacar de Misrata en barcos y llevar a Egipto a esos 5.000 trabajadores a través de la Organización Internacional para las Migraciones", ha anunciado Mitchell, que está en Nueva York para participar en las conversaciones con la ONU sobre la situación humanitaria en Libia.
El secretario de Estado ha precisado que muchos de esos inmigrantes son egipcios y que también hay bangladeshíes.
GRAVE SITUACIÓN EN MISRATA
Habitantes de Misrata y trabajadores de organizaciones de ayuda humanitaria han afirmado que la situación en esta ciudad es muy grave debido a la falta de comida, electricidad, agua y medicamentos que sufre mientras las fuerzas de Gadafi intensifican sus ataques.
Un portavoz de los rebeldes libios que pretenden derrocar a Gadafi ha afirmado que los bombardeos efectuados este domingo sobre Misrata por las fuerzas gubernamentales mediante cohetes y disparos de artillería causaron la muerte de 17 personas y que estos ataques han continuado este lunes.
Este domingo, el Gobierno británico cifró en unos 300 los civiles que han muerto desde finales del pasado febrero en la ciudad, la única que controlan los sublevados en el oeste del país, y en cerca de 1.000 los heridos.
ATAQUES INDISCRIMINADOS
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este domingo que las fuerzas de Gadafi han llevado a cabo ataques "indiscriminados" con cohetes y proyectiles de mortero contra zonas residenciales de Misrata. Uno de esos ataques mató al menos a ocho civiles que hacía cola para conseguir pan y otro hirió a cuatro personas en una clínica, precisó.
Según HRW, que se basa en declaraciones de supervivientes y testigos y en inspecciones de los lugares de los hechos, desde el jueves pasado han muerto al menos 16 civiles como consecuencia de ataques indiscriminados. En esos lugares, la organización no ha hallado pruebas de actividad militar, y tampoco había combatientes rebeldes, según los testigos.
El director de emergencias de HRW, Peter Bouckaert, ha señalado que el Grad, un sistema de lanzamiento de cohetes utilizado por las fuerzas gubernamentales en estos ataques, "es uno de los sistemas de cohetes menos precisos del mundo y nunca debería usarse en zonas con civiles".
Esta misma ONG advirtió el viernes pasado de que las fuerzas de Gadafi estaban usando bombas de racimo en áreas pobladas de Misrata.
