La ría de Arousa de momento sigue a salvo del vertido tóxico del río Umia

PONTEVEDRA 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los últimos análisis realizados en la ría de Arousa, donde desemboca el río Umia que recibió un vertido tóxico hace tres días, revelan que de momento no está contaminada por estos residuos. Son datos tranquilizadores para la zona que no obstante no han impedido que se ponga en marcha una reacción en cadena. Por un lado, Greenpeace anunció hoy que denunciará a la empresa sueca Brenntag, responsable del accidente; el PPdeG ha pedido la comparecencia de tres conselleiros y la Xunta ha admitido que debe ser más exigente en supervisión.

La lentitud con que avanzan los residuos tóxicos por el río Umia parece que va a ser la clave para que el accidente que se produjo hace tres días esté más o menos controlado. Según explicó el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, la mancha aún no ha llegado al primer dique y el agua de la zona donde se produjo el vertido está "limpia".

De hecho, este será el primer mojón donde se tratarán las aguas afectadas para disminuir su toxicidad. Las que lleguen a este punto se derivarán a una gran cubeta donde se analizarán y se determinará si cuentan con la salubridad necesaria para volver al cauce natural del dique o si se destinan a otra piscina que se está construyendo.

De momento la carga tóxica ya ha disminuido y el PH del agua en la zona del vertido ha pasado de un 2,2 a un 4,4, más próximo al ideal de 6. Pese a que el agua en la zona se ha recuperado, Vázquez reconoció que los lodos deberán ser examinados para determinar su limpieza y definir si deben someterse o no a un proceso de tratamiento y depuración.

También tranquilizan los resultados de los últimos análisis practicados por los técnicos de la Xunta de Galicia en la ría de Arousa, que de momento no está contaminada y presentan todas las garantías de salubridad. Así lo transmitió la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, a los representantes de los sectores productivos de la zona en una reunión mantenida la pasada noche en Vilagarcía de Arousa.

De hecho, se ha permitido la reapertura del banco marisquero de O Sarrido en Cambados, que fue cerrado el viernes de forma cautelar. No obstante, algunos alcaldes de la zona han manifestado su temor a que algunos restos de estos residuos desemboquen finalmente en la ría.

Mientras y tras la apertura del abastecimiento de agua en el área de O Salnés, continúa cerrado en la zona de Vilagarcía, donde aún se suministra con camiones cisterna en su mayoría procedente del embalse del Con y a la espera de que esté habilitado el tubo de 17 kilómetros que se construirá en una explanada paralela al río.

Pese a que la situación está bastante controlada, no se han evitado las reacciones políticas en cadena. Por un lado, el PPdeG pidió la comparecencia urgente en pleno de los conselleiros de Medio Ambiente, Pesca y Sanidade para informar de las actuaciones realizadas. Concretamente quieren saber por qué las balsas de contención se pusieron en marcha cuando ya había contaminados siete kilómetros de río, cuáles son las previsiones en torno a los bancos marisqueros de la zona y si existen medidas para garantizar la salubridad del agua en la comarca de O Salnés.

POLVORINES QUÍMICOS

La Xunta de Galicia por su parte ha admitido que hay que ser más exigentes en supervisión aunque el conselleiro de Medio Ambiente aseguró que el bipartito "no ha autorizado licencias para polvorines químicos al lado de abastecimientos de agua". "Algo falla en supervisión", reconoció Manuel Vázquez. Por eso, instó a mirar "con lupa" las solicitudes de los empresarios. "Imagínese que esto se produce en Vigo", comentó.

Los Verdes, además de solicitar que se procese a la empresa responsable del vertido, Brenntag, pedirán en el Congreso que se revise las condiciones de seguridad de la industria química en España. En su opinión es urgente que las empresas de riesgo suscriban una póliza de seguros que cubran catástrofes ambientales.

Por su parte, la organización ecologista Greenpeace anunció hoy que presentará una denuncia ante la fiscalía contra Brenntag por haber cometido un delito ecológico "de graves consecuencias para el medio ambiente y para las personas". Según denunció uno de los técnicos de la ONG desplazado al lugar, Julio Barea, "el vertido ha sido de una toxicidad tal que estamos viendo sus consecuencias en directo aunque es la generalización de hechos de este tipo lo que convierte a nuestros ríos en auténticas cloacas".