MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, anunció hoy en la misa de San Isidro Labrador, patrono de la capital, que en la solemnidad de Pentecostés convocará a los jóvenes madrileños a una "gran misión en la que deberán ofrecer a sus compañeros, en todos los ambientes y en las variadísimas circunstancias personales en las que se encuentren, felices e infelices, la buena noticia de Jesucristo".
El acto, que comenzó puntualmente a mediodía y concluyó poco después de la una y veinte, tuvo lugar en una Real Colegiata de San Isidro completamente abarrotada --decenas de personas guardaron cola a sus puertas desde primera hora de esta mañana--, que contó con la presencia de la mayoría de los miembros del equipo de Gobierno municipal, encabezados por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su mujer, Mar Utrera.
También estuvieron presentes, entre otros, la teniente de alcalde y concejala de Empleo, Ana Botella; el segundo teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Juan Bravo; la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez; y la concejala de Medio Ambiente, Paz González.
Durante su intervención, Rouco Varela señaló que "una primera e ilusionada expresión del compromiso apostólico de trasmitir la fe a los madrileños de hoy, contraído en el III Sínodo Diocesano, quiere ser la Misión Joven, mediante la cual los jóvenes católicos de Madrid, unidos a su Pastor, junto con sus obispos auxiliares, sus sacerdotes, sus educadores, sus familias y toda la comunidad diocesana, quieren ofrecer a sus jóvenes compañeros en todos los ambientes y en las variadísimas circunstancias personales en las que se encuentren, felices e infelices, la Buena Noticia de Jesucristo".
En otro momento, el arzobispo de Madrid recordó, un año más, la figura de San Isidro, pero esta vez en "la encrucijada del nuevo siglo y de un nuevo milenio, no exenta de graves interrogantes", pero donde dijo, "no faltan signos de firmes y estimuladoras esperanzas".
Además, abogó por "un amor cristiano con esta ciudad y con esta comunidad, situada en el centro geográfico y espiritual de España". "Amor a sus gentes, al pueblo que la configura, venido ayer desde todos los rincones de la geografía patria y hoy de otros lugares del mundo, algunos muy cercanos cultural y religiosamente como los de la América hermana y de la Europa central y oriental y, otros, de la vecina África y del Asia lejana. ¡Todos, sin embargo, conciudadanos, a los que hemos de querer en el Señor!", concluyó.