El teólogo Juan José Tamayo dice que la Religión es el "núcleo duro" del choque de civilizaciones

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 13 septiembre 2006 16:40

SEVILLA 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

El teólogo Juan José Tamayo consideró hoy que la Religión es el "núcleo duro" del choque de civilizaciones, puesto que es el elemento que "atiza el fuego".

En declaraciones a los periodistas, Tamayo, que dirige durante esta semana el curso 'Judaismo, Cristianismo e Islam. Tres religiones en diálogo', organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede sevillana de La Cartuja, citó a Huntington para comparar la Religión con el "líquido inflamable que se arroja al fuego", puesto que cuando "se juega con las religiones, siempre se acaba en guerra", aseveró.

En ese sentido, el director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III y presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII se refirió al fundamentalismo instalado en las cúpulas de las religiones como algo que no favorece la paz, puesto que consideran que están en posesión de la verdad absoluta y que también les corresponde el control terrenal.

Por ese motivo, el teólogo, a quien el Vaticano ha condenado en un informe por sus opiniones discrepantes de la doctrina de Roma, advirtió de que mientras esas cúpulas religiosas no se "desfundamentalicen" será difícil establecer un diálogo religioso.

Asimismo, mostró miedo porque "se descarrile el diálogo entre las culturas religiosas", puesto que, en ese caso, el choque "estará asegurado" y consideró que el fundamentalismo ha sido una excepción generalizada, dado que no corresponde a la naturaleza propia de las religiones, sino que es más bien "una desviación, un deterioro y una perversión de las mismas".

De otro lado, criticó que la Iglesia católica tiene un importante papel en el diálogo entre religiones, aunque "no lo está jugando del modo que debería", en el sentido de que sigue creyendo que es el paradigma único y verdadero y que en las otras sólo hay "atisbos de verdad, pero de forma imperfecta".

A su juicio, las dos religiones que juegan un papel clave en el entendimiento mundial son el Cristianismo y el Islam, ya que entre ambas suponen más de la mitad de la población mundial, por lo que instó a la responsabilidad que deben asumir para el futuro de la humanidad, dado que si se levantaran sería como "el coloso en llamas".

Además, consideró que la fuerza histórica y la presencia cultural de Occidente obliga a la Iglesia católica a renunciar a ese "complejo de superioridad" para que contribuya a la paz y desarrolle una actitud de búsqueda de vías para el diálogo, en lugar de apostar por "políticas relativistas como la de Benedicto XVI, puesto que --reiteró-- la verdad absoluta no está en manos de nadie".

RAZONES MUNDANAS.

En esa línea, Juan José Tamayo indicó que una condición necesaria para evitar el choque entre civilizaciones es que se deconstruyan y se entierren las tradiciones más beligerantes de cada religión, dado que al fin y al cabo, las guerras religiosas siempre han tenido lugar por "razones mundanas", como la conquista del territorio, del poder o la consecución de adeptos.

"No luchan por defender a Dios --aseguró--, sino por obtener intereses terrenales", por lo que estableció que todas las religiones son "políticas y terrenales", y la solución, a su parecer, reside en renunciar a esas competiciones de poder y buscar unos mínimos espirituales y éticos "en los que realmente puedan encontrarse".

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