Toro y Zouhier dijeron que traficaban para que "no los condenaran"

Actualizado: lunes, 13 septiembre 2010 19:08


AVILÉS/OVIEDO, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

El juzgado de lo Penal Número 2 de Avilés ha acogido la vista por tráfico de drogas en la que se juzgaba a Antonio Toro y Rafa Zouhier, implicados en el 11-M por tráfico de explosivos, así como otras dos personas de su entorno. Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, han asegurado que llegaron a declarar ante la policía, durante la instrucción del caso de los atentados, que traficaban con hachís para evitar que "nos condenaron por los 192 asesinatos".

Ambos acusados han insistido en su inocencia y negaron que se dedicaran a la venta de drogas. Toro, quien según la fiscalía viajó a primeros de 2004 a Madrid acompañado de Ricardo Gutiérrez Sepúlveda para adquirir 35 kilogramos de hachís, ha asegurado que el motivo de estos viajes era "salir por discotecas", ver a algunos amigos y, según respondió a preguntas de su abogado, mirar piezas de coches, dado que antes se dedicaba a la compra y venta de vehículos. El ex cuñado de Trashorras ha negado conocer a Lofti Sbai, el otro de los acusados en el juicio.

Toro ha declarado ante la jueza que "en cinco días me hicieron 50 declaraciones y dije cualquier cosa para que me dejaran en paz. No les valía con que dijera que íbamos a Madrid de fiesta". En el mismo sentido ha hablado Zouhier, que ha reconocido que dijo que había vendido hachís a Toro, pero "era mentira". "Tenía miedo se ser acusado de 192 muertos", dijo.

Además, corroboró la versión del ex cuñado de Trashorras de que "no conocía a Sbai, no hubo contacto directo. Se vieron en su cumpleaños, porque estaban en Madrid, pero sólo lo felicitaron, por educación". Zouhier se enfrentó varias veces al fiscal recordando que "le avisé del tráfico de explosivos a usted y no hizo nada".

En su última declaración ante la jueza, tras los alegatos de los

letrados, le dijo que "si tuviera que vender hachís no a usted, sino a sus hijos, para salvarlos de una muerte como la del 11-M, lo haría".

Los abogados de los cuatro defendidos solicitaron al comienzo del juicio que éste no se celebrase en Avilés, al entender que si las supuestas transacciones se realizaron en Madrid y fue un juzgado de allí el que inició la investigación debía continuarse allí. Además, todos ellos apuntaron a la "ausencia de pruebas", más allá de la implicación reconocida de Toro y Zouhier durante la instrucción del caso del 11-M y de las que ahora se desdicen.

"No se acreditan fechas ni lugares exactos. No sé cómo puede sostenerse una condena in la intervención de la droga", indicó en su alegato final el defensor de Toro. A la salida del mismo, y ante los medios de comunicación, el letrado de Zouhier, Antonio Alberca, aseguraba que "se le está castigando, precisamente, por no reconocer que habían traficado en el juicio del 11-M".

La fiscalía solicita cuatro años de prisión para Antonio Toro, quien tiene varias condenas por otros delitos de tráfico de drogas y tenencia de explosivos. La mayor pena, de cuatro años y tres meses, es para Lofti Sbai, el único de los cuatro que está en libertad actualmente. Para Ricardo Gutiérrez Sepúlveda solicita tres años y seis meses de prisión y tres años y nueve meses para Zouhier.

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