Tráfico lanza una campaña de control del uso de teléfono móvil mientras se conduce

Actualizado: sábado, 18 febrero 2006 11:37


MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Tráfico (DGT) llevará a cabo entre el 20 de febrero y el 5 de marzo una campaña especial de concienciación a través de divulgación de mensajes y de intensificación de controles sobre el uso de teléfonos móviles mientras se conduce, y otras conductas que provocan distracción durante la conducción, con la intención de trasladar a la sociedad la idea de que "hablar por el móvil mientras se conduce puede ser una cuestión de vida o muerte".

Según diversos estudios, la posibilidad de sufrir o provocar un accidente se multiplica por cuatro. Durante el pasado año se registraron 2.875 accidentes mortales en carretera, que produjeron la muerte de 3.329 personas y heridas a otras 3.000. En un 27,7 por ciento de estos accidentes la distracción fue el factor desencadenante, es decir, "que 798 de esos accidentes, en que murieron 937 personas, podrían haberse evitado si el conductor no hubiera sufrido una distracción", informó hoy la DGT.

Los controles en las carreteras se acompañarán con emisión de cuñas divulgativas en radio, anuncios en prensa y mensajes en los paneles de información en carretera, con el eslogan 'Conduciendo las llamadas pueden costar vidas'. Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil aumentarán los controles sobre este factor de riesgo, con el establecimiento de servicios de vigilancia con el objetivo de realizar unos 7.000 controles diarios a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de al menos 100.000 en dicho periodo.

El accidente más frecuente en carretera continúa siendo la salida de la vía, generalmente producido por una falta de atención a la conducción. Por este tipo de accidente se contabiliza hasta el 39 por ciento de las víctimas mortales. La utilización del móvil conduciendo genera un elevado riesgo de distracción evaluado en el siguiente dato que aportan los diversos estudios realizados: "Tras un minuto y medio de hablar por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40 por ciento de las señales, su velocidad media baja un 12 por ciento, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada, y se tarda más en reaccionar".

Según una reciente encuesta (diciembre 2005) realizada para la Dirección General de Tráfico, sobre hábitos y comportamientos de los conductores, el 85,1 por ciento de los encuestado dice que nunca habla por el móvil cuando conduce; un 14, por ciento lo hace en alguna ocasión, y de ellos un dos por ciento reconoce hablar frecuentemente por móvil mientras conduce, sobre todo los hombres, los jóvenes, los grupos de estatus alto y quienes trabajan por cuenta propia.

MÁS DE 3,3 MILLONES DE CONDUCTORES USAN EL MÓVIL

Las conclusiones de dicho estudio resultan preocupantes: cinco de cada 10 conductores reconoce haber usado el móvil por lo menos una vez a lo largo del trayecto para hacer o recibir una llamada. Otras fuentes de investigación coinciden en los datos y señalan, en números absolutos y como media, que más de 3.300.000 conductores usa el móvil mientras conduce.

Sin embargo, los conductores son conscientes del riesgo que asumen con esta práctica, hasta el punto de que el 10 por ciento dice haber sufrido algún percance. Marcar un número, según los encuestados, es lo más peligroso y puntúan con una nota de 8,2 sobre 10 el riesgo que, en general, el móvil añade a la conducción.

No obstante, el momento de mayor peligro es, según los expertos, cuando se recibe una llamada. La misma sorpresa que produce el sonido se traduce en una aceleración del ritmo cardiaco del conductor y el cerebro, desde ese momento, tiene que dividir su atención entre el desarrollo de la conversación y las circunstancias del tráfico.

Mientras habla y conduce, el conductor pierde la capacidad de mantener una velocidad constante, de guardar la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que circula delante y su tiempo de reacción aumenta considerablemente: entre medio a dos segundos, según los reflejos de cada uno. En este tiempo, que parece mínimo, se recorren entre 23 y 70 metros a 120 km/h lo que, evidentemente, es distancia más que suficiente para sufrir un accidente.