El Vaticano pide una renovación de las parroquias: transparencia, conexión juvenil y nada de clericalización

Diáconos, consagrados o laicos pueden asumir la 'cura parroquial' en "casos extremos" en los que no se puede nombrar a un párroco

Europa Press Sociedad
Publicado: lunes, 20 julio 2020 14:31

ROMA, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Congregación para el Clero del Vaticano ha publicado una guía con instrucciones prácticas sobre cómo llevar a cabo la renovación de las parroquias en sentido misionero para llevar una contabilidad transparente, conectar con los jóvenes, superar el "inmovilismo" y desterrar la "clericalización de la atención pastoral".

"Que la histórica institución parroquial no permanezca prisionera del inmovilismo o de una preocupante repetitividad pastoral, sino que, en cambio, ponga en acción aquel dinamismo en salida que, a través de la colaboración entre diversas comunidades parroquiales y una reforzada comunión entre clérigos y laicos, la haga orientarse efectivamente a su misión evangelizadora, tarea de todo el Pueblo de Dios, que camina en la historia como familia de Dios y que, en la sinergia de sus diversos miembros, trabaja para el crecimiento de todo el cuerpo eclesial", se lee en el apartado de conclusiones.

El documento, titulado 'La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia', está subdividido en once apartados y fue aprobado por el Papa el pasado 27 de junio, aunque ha sido presentado este lunes por la oficina de prensa del Vaticano.

El texto da cuenta de los últimos cambios sociológicos y demográficos que denotan que la acción pastoral vaya, en primer lugar, "más allá de la mera delimitación territorial de la parroquia", de manera que se encuentren "otras modalidades de cercanía y de proximidad" respecto a las formas habituales de la vida cotidiana, ya que -según reconoce la Congregación para el Clero- la parroquia ya no es "el lugar primario de reunión y de sociabilidad".

Así, se invita a desarrollar esta tarea de identificación de "perspectivas que permitan la renovación de las estructuras parroquiales tradicionales en clave misionera" para que permita a cada uno "percibir el sentido de pertenencia y ser amado" sin concebirlo como una "carga".

El Vaticano deja claro que la Iglesia no se identifica "solamente con la jerarquía", sino que se constituye como el "Pueblo de Dios". Por eso, evidencia que el sacerdote no puede en ningún caso "reemplazarlo" y pide que la renovación no caiga en el riesgo de convertirse "en una excesiva y burocrática organización de eventos" o "en un ofrecimiento de servicios, que no responden a la dinámica de la evangelización, sino al criterio de autoconservación".

Así, pide erradicar toda concepción "autorreferencial de la parroquia", de modo que se deje a un lado actitudes como la "clericalización de la atención pastoral".

El documento alude al derecho canónico, en concreto al artículo 517, para justificar la cura pastoral de una parroquia "a un diácono, una persona consagrada o un laico, o incluso a un conjunto de personas (por ejemplo, un instituto religioso, una asociación)", en casos extremos como las que se suceden debido a la escasez de sacerdotes, que impiden "nombrar un párroco o un administrador parroquial, que pueda asumirla a tiempo pleno".

"Aquellos a quienes se les confiará de dicho modo la participación de la cura pastoral de la comunidad, serán coordinados y guiados por un presbítero con facultades legítimas, constituido 'moderador de la cura pastoral', al cual competen exclusivamente la potestad y las funciones del párroco, aunque no tenga el oficio, con los consiguientes deberes y derechos", se especifica.

No obstante, el Vaticano deja claro que se trata de una "forma extraordinaria de encomienda de la cura pastoral", debido a la imposibilidad de nombrar un párroco o administrador parroquial, que no debe confundirse con "la cooperación activa ordinaria y con la asunción de responsabilidades por parte de todos los fieles".

TRANSPARENCIA EN LAS CUENTAS

El Vaticano también ha hecho hincapié en la necesidad de que en cada parroquia quede constituido el Consejo de Asuntos Económicos, un órgano consultivo, presidido por el párroco y compuesto por al menos otros tres fieles.

Así el documento invita a hacer público "el estado de cuentas anual" con indicación detallada de las entradas y salidas. Para el Vaticano, como los bienes son de la parroquia y "no del párroco", aunque sea su administrador, con esta medida "la comunidad en su conjunto podrá estar al tanto de cómo son administrados los bienes, cuál es la situación económica de la parroquia y de qué recursos puede efectivamente
disponer".

"La transparencia debe entenderse no solo como una presentación formal de datos, sino principalmente como debida información para la comunidad y una provechosa oportunidad para involucrarla en la formación", señalan desde la Congregación para el Clero.

Asimismo, incide en que se trata de un modo de actuar "imprescindible para la credibilidad de la Iglesia, sobre todo donde esta tiene bienes significativos que administrar".

Asimismo, el documento incide en la importancia de sensibilizar a los fieles, para que contribuyan económicamente a las necesidades de la parroquia. Siempre de forma voluntaria. "Es bueno que aprendan espontáneamente a responsabilizarse, de modo especial en aquellos países donde el estipendio de la Santa Misa sigue siendo la única fuente de sustento para los sacerdotes y también de recursos para la evangelización", manifiestan.

A este respecto, señalan que será "eficaz" que los sacerdotes den ejemplos "virtuosos" en el uso del dinero, tanto "con un estilo de vida sobrio y sin excesos en el plano personal, como con una gestión de los bienes parroquiales transparente y acorde no con los proyectos del párroco o de un reducido grupo de personas, tal vez buenos, pero abstractos, sino con las necesidades reales de los fieles, sobre todo los más pobres y necesitados".

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