BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unas 60 personas, según la organización, participaron esta mañana en la 'Ruta dels Nyaps', una visita guiada por los llamados 'puntos negros' de transformación del barrio de Sants de Barcelona a causa de la entrada del Tren de Alta Velocidad a la ciudad, una visita organizada por la Plataforma por el soterramiento de las Vías y contra el plan de la estación de Sants.
El portavoz de la plataforma, Ferran Alejandre, explicó a Europa Press que la jornada de hoy pretendía "mostrar a los vecinos del barrio qué significará la reforma de la estación de Sants".
"Queremos explicar al barrio como afectarán las obras para contraponerlo con la maqueta virtual del Ayuntamiento, porque una cosa es lo que muestran y otra la realidad a pie de calle", apostilló.
Según Alejandre, la entrada del Tren de Alta Velocidad comportará la remodelación de la estación de Sants y de su entorno y la nueva estación de Renfe duplicará su superficie y triplicará su volumen, pero el espacio dedicado a la estación "será el mismo" y la zona se convertirá en "un gran centro comercial".
"Con la remodelación de la estación, se pretende duplicar el volumen de la estación y triplicar el volumen comercial. Además, se expropiarán casas de la calle Vallespir para construir hoteles y, en lugar de soterrar las vías, se construirá un cajón de hormigón", criticó.
Alejandre subrayó la demanda histórica de los vecinos de soterrar las vías aprovechando las obras de entrada del nuevo ferrocarril. "No hay manera que el Ayuntamiento soterre las vías. El mar de vías separa el barrio de Sants del de La Bordeta y hay pasos por los que a partir de las 21 horas no te atreves a pasar", explicó.
Y añadió que el consistorio barcelonés "siempre ha puesto excusas de muchos tipos para soterrar las vías, pero la única excusa posible es la económica: no quiere invertir de donde no puede sacar nada, porque aquí no se puede edificar como pasaba con el Forum y, por tanto, no quiere invertir".
Además, el portavoz explicó que el cajón de hormigón, de un kilómetro de longitud, irá desde la plaza de Sants a Riera Blanca "y, partir de aquí, como acaba Barcelona, de manera incomprensible se acaba el cajón".
Por otro lado, criticó que este cajón, que hará 13 metros en su punto más alto, "llega en algunos casos hasta el tercer piso de una vivienda". "Las obras además afectan a la escuela Cavall Bernat que deberá cerrar", subrayó.
