BARCELONA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, critica la "deslealtad institucional" de la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, al generar polémica por la protección de la Jefatura de la Policía Nacional en Barcelona, donde quemaron tres coches policiales --uno camuflado y dos furgonetas-- durante los altercados de la huelga.
En rueda de prensa, ha lamentado que De Luna trate de poner en cuestión la buena relación entre los cuerpos policiales con "intencionalidad política", y ha asegurado que la polémica generada no es un problema operativo sino que se debe más bien a las constantes alteraciones y presiones de la delegada.
La Consejería ya dijo el miércoles que la Delegación no pidió protección de los Mossos para Jefatura, mientras que la Delegación ha dicho que "se solicitó la presencia de dicho cuerpo en dos ocasiones, tal como consta acreditado por escrito".
Puig ha opinado en la rueda de prensa que la delegada "tiene la voluntad de distorsionar la realidad", por ejemplo al dar cifras de asistencia como las que dio en la manifestación de la Diada, y que lo mismo está haciendo cuando da instrucciones a sus cuerpos operativos.
Ha señalado que, pese a estar prevista la protección de la Jefatura, finalmente "por la mañana se desestima", y cuando se volvió a pedir por parte de la Delegación ya era tarde porque fue en plena manifestación.
RELACIONES DIFÍCILES
Según Puig, desde que Llanos de Luna está al frente de la Delegación del Gobierno, las relaciones con la Generalitat "no han sido fáciles y en algún caso han rayado la incorrección".
Ha asegurado que por parte del Govern han mantenido "en todo momento un intento de lealtad institucional y de corrección para no complicar la buena colaboración y cooperación operativa que existe entre los cuerpos de seguridad".
"No es la primera vez y me temo lamentablemente que no será la última que la delegada da instrucciones que hacen que se distorsionen las buenas órdenes de colaboración que existen en los diferentes cuerpos", algo que no había pasado nunca antes, ha lamentado Puig.
Con todo, ha criticado que en temas de orden público la actitud de la delegada sea "oportunista, desleal institucionalmente y con un instinto permanentemente partidista que no concuerda con las responsabilidades que tiene".
Puig ha reprochado a la delegada que haya generado una "polémica política innecesaria" que ha lamentado profundamente.
