Botellón.- Los vecinos del Raval, en Barcelona, se muestran indignados tras la quema de fachadas y saqueo de comercios

Europa Press Nacional
Actualizado: sábado, 18 marzo 2006 14:21

BARCELONA 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Vecinos del Raval contemplaron esta mañana cómo los altercados provocados a raíz del 'macrobotellón' de anoche habían dejado fachadas quemadas, incluidos interfonos, persianas y plantas de los balcones. Los establecimientos de la zona también quedaron afectados y, en algún caso, rompieron los escaparates, entraron y saquearon las tiendas.

Entre los grupos de espontáneos que se reunieron por las calles Joaquin Costa y del Carme o en la conocida plaza del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), muchos de ellos consideraron una "barbarie" lo ocurrido y se preguntaban "quién va a arreglar esto ahora".

Un local del Institut d'Estudis Catalans (IEC) adyacente a la sede tenía incrustada una silla en el escaparate y había numerosa documentación esparcida por el suelo, así como libros, si bien algunas estanterías más alejadas habían quedado prácticamente intactas.

QUEMAN LA TABERNA MODERNISTA CASA ALMIRALL DE 1860.

La fachada de la mítica taberna modernista Casa Almirall, que data de 1860, fue uno de los establecimientos más emblemáticos que sufrió los altercados esta noche. Con la persiana quemada y con el rótulo de cristal medio roto, concentró gran parte de las quejas.

Uno de los viandantes más indignados que caminaba de un lado a otro de la calle sin rumbo fijo se decía para sí "350 policías ¿para qué?. Sólo les interesa el Estatut y con el Estatut está todo solucionado". Mientras, vecinas de la calle Joaquin Costa recogían en el balcón sus plantas quemadas por el fuego de los contenedores.

"YO VIVO EN UN SEGUNDO PISO Y ESTABA ATERRADO".

Uno de los vecinos afectados, Francisco Vidal, explicó a Europa Press que "como no pudieron hacer el botellón en la Rambla del Raval, vinieron a Joaquin Costa, este cruce --con la calle Ferlandina-- está maldito. Hubo barricadas y quema de contenedores y la Policía --Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana-- no pudo o no supo o no quiso participar".

Según Vidal, "los Mossos no retiraron un contenedor del que salía humo, yo vivo en un segundo piso y estaba aterrado". "Olía a madera quemada, no podía salir de casa y no sabía qué hacer. ¿Dónde queda el civismo? Que beban donde les dé la gana, hasta llegar a coma etílico si quieren, pero a mí que no me quemen", agregó.

"HAY FOLLONES CADA VIERNES"

Cerca del MACBA, Cristina Llorent se quejaba de que, si bien la situación de anoche se desbordó, es habitual que los fines de semana se produzcan incidentes. En declaraciones a Europa Press, Llorent remarcó que "ha sido como otras veces, pero en un grado superior, yo me he cansado de llamar a la Policía por los follones y los líos que hay cada viernes".

Para Llorent, existe cierta permisividad con los jóvenes porque, en su opinión, "es una manera de distraer a la gente de otras cosas". "Yo me divierto sin molestar. Se les ha permitido y se les ha escapado de los manos y, en cierto modo, me alegro. Lo que no me gusta es que haya afectados inocentes", subrayó.

"HE ESTADO EN EL BOTELLÓN, LO DE LOS INCENDIOS ES UNA PENA".

Todavía podía verse algún que otro joven que regresaba a casa y que había participado en el botellón, como Javier Mestre, vecino del Raval, que copa de cava en mano dijo "he estado en el botellón, lo de los incendios y los daños es una pena, pero no nos quedemos con eso".

Mestre explicó que "todo esto empezó como un juego y las fuerzas de seguridad no digo que provocaran, pero casi". "Todo se criminaliza, mira en Granada, ha habido una fiesta popular multitudinaria con el Ayuntamiento ahí metido. Son respuestas diferentes de la Administración y manifestaciones diferentes".

En este sentido, Mestre indicó a Europa Press que "yo no digo que la Administración haga de psicólogos, pero sí que actúe con sentido común. Colocar 300 antidisturbios provoca reacciones diferentes a las de Granada. Hubo provocaciones mutuas de un lado y del otro".

"SE HAN LLEVADO GÉNERO, TODO LO QUE HAN PODIDO Y MÁS".

Muy diferente opinaba Noemí Torres, encargada de una tienda de Congelados La Sirena ubicada en la esquina de las calles Maria Aurèlia Capmany y del Carme. Durante la noche, rompieron los cristales, destrozaron el establecimiento, se llevaron carros y género.

"Se han llevado género, todo lo que han podido y más. Se han llevado helados, pescados y de todo, lo han destrozado todo, no podemos abrir ni hoy ni el lunes ni el martes", relató Torres, que confesó que "estamos decepcionados porque somos trabajadores y nos hemos encontrado con todo esto, ahora aún tendremos más trabajo y no funcionará el negocio", lamentó.

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