Condenados 9 menores a 60 horas de prestación de servicios por atar a una joven a una farola y rociarla con gasolina

Actualizado: jueves, 16 febrero 2006 16:09

VALENCIA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El juzgado de Menores número 2 de Valencia ha condenado a 9 jóvenes, acusados de los delitos de detención ilegal y contra la integridad moral, a la medida de 60 horas de prestación de servicios en beneficio de la comunidad, medida que puede ser sustituida por la de 9 meses de libertad vigilada, por atar a una menor de 13 años a una farola y rociarla con gasolina tras burlarse de ella.

Según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en un comunicado, esta resolución no es firme ya que contra ella se ha presentado recurso de apelación, que será visto por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia.

Los jóvenes condenados fueron acusados por el ministerio fiscal de los delitos de detención ilegal y contra la integridad moral, tras la denuncia de una menor de 13 años, a la que todos ellos, de mutuo acuerdo, decidieron atar a una farola con la cadena de una moto, a pesar de sus ruegos para que la soltaran, según explica el TSJCV.

Los acusados, "lejos de atender su petición", se rieron de ella, la insultaron y le escupieron. Varios de ellos sacaron gasolina de unas motocicletas que estaban aparcadas cerca del lugar de los hechos y arrojaron el combustible alrededor de la adolescente. A continuación, uno de los menores hizo ademán de prenderle fuego, aunque no logró su propósito. Finalmente, después de que la víctima hubiese gritado, llorado y suplicado, y como se desmayó, accedieron a soltarla.

La juez de Menores número 2 de Valencia ha considerado que las declaraciones de los nueve menores acusados ofrecen una "curiosa coincidencia", ya que todos declararon saber lo que le pasó a la adolescente aunque, según su versión, ninguno intervino ni hizo nada y llegaron a calificar de "broma" lo ocurrido.

Así, uno de los jóvenes condenados dijo en el momento del juicio que vio lo que ocurría pero que no participó; otro que aunque estaba presente cuando la ataron, él tenía la atención centrada en la cadena de su moto; otro que creía que la víctima no dejó que la ataran voluntariamente ya que oyó que pedía que la soltaran, pero que él no tenía la llave y un cuarto que estaba allí pero que no hizo "nada".

Uno de los jóvenes fue un poco "más explícito" al declarar que no se había pensado llegar a ese extremo y también reconoció que él llevaba un mechero y que intentó prender la gasolina, aunque matizó que cuando se acercó a la menor había más gente con mecheros. Según dijo, se había dado cuenta de que la gasolina ya no prendería pero tampoco hizo nada.

Según la sentencia, no es obstáculo para determinar la veracidad de los ocurrido que la denuncia fuese presentada un mes después de los hechos, ya que la víctima "pudo optar por guardar silencio por temor", y que sólo se decidiese a contar lo que pasó cuando el asunto era "notorio" y llegó a oídos de su hermano y de su madre.

La magistrada ha valorado la declaración de la víctima como "clara, precisa y contundente", sin que se haya demostrado en "ningún momento" que la acusación se realizase para perjudicar a ninguno de los menores acusados o por otros móviles. Además, las manifestaciones de la víctima también fueron corroboradas por los menores acusados, y por los testigos, en lo "esencial".