Delegado en Aragón confirma como caso de violencia doméstica la muerte del capitán, su ex mujer y la hija de ambos

ZARAGOZA 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

El delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, ha confirmado que la muerte de un capitán del Ejército del Aire, Manuel J. Cuadra Herrera, de 39 años; su ex mujer, la cabo primera Alicia Murcia Lázaro, de 35 años, de la que estaba separado hace tres años, y de la única hija de ambos, se trata de un caso de violencia doméstica, aunque precisó que no había habido denuncias previas por malos tratos.

Los hechos tuvieron lugar entre las 22,30 y las 24,00 horas de ayer en el domicilio de Manuel J. Cuadra, ubicado en el recinto de la Base Aérea de Zaragoza. Sobre las 24,00 horas responsables de la Base Aérea de Zaragoza dieron aviso de lo sucedido a la Delegación del Gobierno en Aragón.

En una vivienda unifamiliar, situada en la zona de la antigua base americana, el capitán Manuel J. Cuadra disparó contra su ex esposa y contra la hija de ambos, de 5 años. Posteriormente, el autor de los hechos se quitó la vida con el mismo arma, una pistola.

Fernández informó en rueda de prensa de que "no ha habido ninguna denuncia" de maltrato previo y ninguna de las personas del entorno de los fallecidos "había detectado unas relaciones especialmente dificultosas".

El delegado del Gobierno añadió que incluso "la relación entre ellos era amistosa", y en los últimos tiempos "habían estado temporalmente juntos", lo que había llevado a pensar a algunas personas "sobre la posibilidad de que se produjera una reconciliación". Por eso, "nada ni nadie podía sospechar el desenlace dramático" y el hecho ha producido "una absoluta sorpresa", apuntó.

Manuel J. Cuadra Herrera era natural de Antequera (Málaga) y Alicia Murcia Lázaro de la ciudad de Almería. Ambos estaban destinados en la Base Área de Zaragoza, él desde hace 10 años y ella desde hace 9.

El primero en la Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa y ella en el Escuadrón de Abastecimiento del Grupo de Apoyo de la Base Aérea de Zaragoza. No obstante, ella vivía, con su hija, en un domicilio fuera la Base, en la ciudad de Zaragoza.

Fernández señaló que el capitán era una persona "muy normal y querida", no estaba en ningún tipo de tratamiento psicológico ni había tenido ningún problema ni expediente.

Los cuerpos se encuentran en estos momentos en el Instituto Anatómico Forense y los resultados de la autopsia podría conocerse a lo largo de las próximas horas. Asimismo, se continúa con las investigaciones y con interrogatorios.