Derrumbe.- Vecinos de los pisos menos afectados recogen sus pertenencias

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 12 enero 2006 18:06

SANTA COLOMA DE GRAMENET (BARCELONA), 12 (EUROPA PRESS)

La deflagración de gas de esta mañana en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) que causó dos muertos y 22 heridos afectó a un centenar de familias y a varios negocios de la zona. Algunos de los vecinos de los bloques menos afectados pudieron entrar en sus viviendas para recoger sus pertenencias más imprescindibles, aunque acompañados de la Policía Local.

Tras entrar en su domicilio del número 64 de la Rambla Fondo, Ángel Moratilla salió del inmueble con mochilas, ropa de abrigo y un gatito. En declaraciones a Europa Press, dijo que su piso "no estaba tan mal como me pensaba, se ha desprendido techo del pasillo, la fachada está destrozada y no nos han dicho cuando podremos volver".

Una vecina del mismo bloque, Antonia, muy alterada y acompañada de su hijo salió con una bolsa y cogió lo imprescindible, sobre todo ropa interior para cambiarse, además de otras cosas. En su casa vio los cristales abiertos y una enorme raja en el pasillo. Se da la circunstancia que hace pocos meses había rehabilitado la cocina, "que había quedado muy maja", señaló.

La propietaria de una tienda de ropa infantil llamada Peque's, en el número 62 ha entrado en el comercio y lo ha visto todo "oscuro, con grietas y los cristales rotos". No obstante, se trata del "inmueble menos dañado". También quedaron afectados el Bar Kico, una tienda de 'todo a 100', una cervecería y una pastelería.

Los vecinos destacaban el "horroroso" suceso que se hizo notar "como una bomba en todo el barrio", conmocionado "porque nos conocemos todos". En definitiva, todo ha sido un "ir y venir" de afectados, prisas y llamadas de teléfono móvil. La explosión de gas fue el tema más comentado en todos los comercios de la zona.

Durante la jornada, en el centro cívico volvían los vecinos, algunos cargados con bolsas de plástico y ropa. A mediodía, los vecinos del número 68 de la Rambla Fondo todavía no habían podido acceder a sus viviendas.

El centro cívico vivió una jornada de nervios, entre lloros de vecinos, algunos de los cuales sufrían crisis nerviosas. En la entrada del centro había tres ambulancias del 061, una de las cuales era una unidad de apoyo vital. Además había otras dos ambulancias de Cruz Roja.

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