BARCELONA 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra desalojaron esta mañana otra casa 'okupada' en la ciudad de Barcelona, después de las dos de ayer en Sant Gervasi y la del domingo en Sarrià. En esta ocasión fue la casa 'Kinkalla', en el barrio de Sants, donde sus dos ocupantes se colgaron de la fachada para impedir la intervención policial.
El espectacular dispositivo policial se puso en marcha sobre las 11 horas, pero los agentes no entraron en la finca del número 14 de la calle Masnou hasta las 12.40 horas.
Los policías derribaron la puerta de entrada con un mazo y desalojaron a los dos jóvenes que en aquel momento se encontraban en el edificio, de planta baja más tres pisos y que llevaba 'okupada' unos dos años.
Los jóvenes se colgaron con cuerdas y arneses de la fachada del bloque durante unos diez minutos. Finalmente, bajaron de allí y no fueron detenidos, aunque sí se les imputa los delitos de atentado y resistencia a la autoridad y usurpación de domicilio.
Poco después de iniciarse el desalojo llegó al lugar un técnico del Ayuntamiento de Barcelona quien dio una carta a los Mossos y a los desalojados en la que se explica que la vivienda pertenecía a una empresa declarada en ruina económica.
Sin embargo, según el colectivo 'okupa', esta empresa habría intentado vender posteriormente el edificio por un valor muy superior al que tenía en un inicio, aunque no tendría potestad para ello, ya que se encuentra en situación de quiebra.
Además, esta empresa habría intentado hacer 'mobbing' inmobiliario a los 'okupas' contratando a inmigrantes para amenazarles y hacer que se marcharan de la finca.
AMPLIO DISPOSITIVO.
Al lugar de los hechos se desplazaron varias furgones antidisturbios con decenas de unidades de los Mossos que cortaron los accesos a las calles adyacentes. También estuvo presente un helicóptero de la Policía autonómica y dos ambulancias del 061, que solamente tuvieron que intervenir para atender a un agente que sufrió una pequeña herida cuando ya estaba desalojada la casa.
Además, una treintena de jóvenes se concentraron en la calle de Sants, a un centenar de metros de la casa desalojada, para protestar contra la intervención policial. Los concentrados llevaban una pancarta con el lema 'Basta de desalojos, nunca acabaréis con los sueños de la Kinkalla' y profirieron gritos contra los Mossos d'Esquadra.
Los manifestantes cortaron los dos sentidos de circulación de esta importante arteria del barrio de Sants. Por su parte, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana cortaron el acceso a la vía desde la plaza Espanya y hasta el paseo Sant Antoni.
Sobre las 14.15 horas se abrió la circulación hacia la plaza Espanya. Las líneas de autobuses 30, 56, 57 y 157 se vieron gravemente afectadas en sus recorridos y frecuencias.
Poco después de las 14 horas, el jefe del dispositivo policial se dirigió a los jóvenes para comunicarles que el desalojo se había terminado y para pedirles que no cortaran más la circulación de la calle. Sin embargo, los jóvenes se encararon al mando policial y le aseguraron que no se irían hasta que la Policía catalana no desmontara todo el dispositivo policial.
Sobre las 15 horas se marcharon más de la mitad de los agentes, por lo que los manifestantes también se disolvieron y dejaron abierta la calle.
Para esta tarde se ha convocado una manifestación en la plaza de Sants en protesta por la 'desokupación'.