Detenidas en Valencia la limpiadora de una joyería y su hermana por robar joyas valoradas en 88.670 euros

VALENCIA 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Centro de Valencia han detenido a una mujer, que se dedicaba a la limpieza de una joyería, y a su hermana, por robar joyas en este establecimiento valoradas en 88.670 euros, según ha informado Jefatura en un comunicado.

Las hermanas, de 20 y 21 años, de origen colombiano, han sido detenidas como presuntas autoras de los delitos de hurto de joyas y de receptación. Una de ellas está acusada de sustraer las joyas, y la otra de venderlas en varios establecimientos de compra-venta de oro.

El propietario de la joyería de Valencia denunció en la Comisaría la desaparición de diversas joyas de gran valor, y afirmó que sospechaba de la mujer de la limpieza, que en ese momento le acompañaba. En un acto espontáneo, la mujer reconoció que le había sustraído de la joyería algunas piezas de escaso valor, por lo que fue detenida por un presunto delito de hurto.

La Policía abrió una investigación y averiguó que la empleada, junto con su hermana, habían vendido parte de las joyas sustraídas en diferentes casas de compra-venta de oro de la ciudad. Así que también localizaron a la hermana y la detuvieron por un delito de receptación.

Ante la posibilidad de que las mujeres hubieran podido sustraer más efectos de la joyería, los investigadores realizaron un registro en su domicilio, donde intervinieron diversas joyas que ni su propietario conocía que le habían sido sustraídas. El propietario realizó un balance minucioso, y echó a faltar gran cantidad de cadenas, pulseras con diamantes y anillos con piedras preciosas por un valor total de 88.670 euros.

Seguidamente, los investigadores realizaron las inspecciones oportunas en varias casas de compra-venta de oro de Valencia, y recuperaron gran parte de las joyas sustraídas con un valor de 66.095 euros, que les fueron entregadas a su propietario.

Una de las detenidas pasó a disposición judicial, mientras que la otra, tras ser oída en declaración, fue puesta en libertad, no sin antes ser advertida de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuese requerida. Ninguna de ellas tenía antecedentes.