Detenidos 13 rumanos en Sevilla, Cádiz y Huelva por robar en supermercados, en los que obtuvieron 300.000 euros

Actualizado: viernes, 24 julio 2009 15:40

CÁDIZ, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil dio desarticula una banda organizada especializada en el robo de supermercados de una conocida cadena en las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, así como otros locales comerciales, siendo detenidas 13 personas y otras siete imputadas, todos de origen rumano que podrían haber obtenido un botín de unos 300.000 euros.

Según indicó el Instituto Armado en un comunicado, el repentino incremento de robos en la provincia de Cádiz y en las limítrofes, utilizando una misma manera de actuar, hizo suponer a los investigadores que una misma organización delictiva, con gran movilidad, podía ser la responsables de estos hechos.

Así, durante las tareas de vigilancia y seguimiento los agentes de la Guardia Civil lograron detectar su aparato de información y en semanas posteriores la identidad de los miembros de la banda. Como consecuencia de esta información obtenida se logró sorprender y detener a parte de la organización mientras trataban de robar en una famosa tienda de ropa de marca en pleno centro de la ciudad de Huelva.

La organización tenía una estructura jerarquizada, empleaba sofisticados sistemas de transmisiones, inhibidores de frecuencia para neutralizar las alarmas, ropa oscura para no ser vistos por la noche, guantes y herramientas para cometer los robos.

Con anterioridad a la comisión del delito, varios integrantes de la banda, haciéndose pasar por clientes, realizaban una primera fase de exploración del objetivo donde iban a actuar, observando el sistema de alarmas, cámaras de vigilancia y locales anexos al supermercado para la realización del butrón. Una vez obtenida la información avisaban al jefe de la organización.

A continuación, una vez acordado el día del robo, los integrantes de la banda se dirigían a los lugares que habían estudiado y ya en las proximidades del lugar elegido el grupo establecía un cordón de seguridad, constituyendo su propia red de transmisiones para alertar a los que cometían el robo de la posible presencia policial en la zona.

Además, mediante inhibidores de frecuencia y otros medios electrónicos desactivaban los sistemas de alarma del local y accedían a su interior tras realizar butrones en las paredes. Así, una vez forzadas las cajas de seguridad se apropiaban del dinero en efectivo u otros objetos de valor de fácil salida en el mercado.

GRAN MOVILIDAD

La Guardia Civil destacó la gran movilidad de la organización, cuyos componentes llegaron a visitar comercios en Barcelona, Zaragoza y Sevilla en un mismo día, robando en unos y logrando información precisa para el robo en otros. Los principales responsables llegaron a recorrer más de 10.000 kilómetros durante el último mes, procurando estar siempre lejos del lugar donde se estaba perpetrando el robo. Además, su especialización en un tipo muy concreto de robo no les impidió actuar también en otros campos como el narcotráfico, prostitución o duplicado de tarjetas de crédito.

Para poder cometer su último robo, los autores tuvieron que acceder primeramente al patio interior de un edificio en obras saltando por un muro de dos metros. Ya en el interior penetraron en una óptica a través de un agujero (butrón) practicado en la pared y, tras realizar otro nuevo butrón de 1,3 metros de profundidad, accedieron finalmente a la tienda objeto del robo.

Fue entonces cuando se pudo activar el dispositivo policial, procediendo a la detención de un total de 13 personas de nacionalidad rumana (nueve en Huelva, tres en Sevilla y uno en Jerez de la Frontera), así como la imputación de siete más.

La Guardia Civil estimó que la organización podría haberse hecho con un botín de 300.000 euros entre dinero en efectivo y los diversos efectos sustraídos. Asimismo, indicó que la investigación ha contribuido a conocer en profundidad el modo de operar de estas organizaciones sumamente "cerradas" y sensibles a cualquier tipo de intrusión. Dicha investigación fue dirigida por el Juzgado de Instrucción número cuatro de Cádiz.

Finalmente, el Instituto Armado señaló que con esta intervención se ha logrado evitar que la organización se trasladara a la zona de Levante, lugar donde tenían pensado instalarse para continuar con sus actividades. Ahora, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz, que llevó a cabo la investigación, analiza una gran cantidad de documentación y material intervenido a los detenidos, ya que se sospecha que pudieran haber participado en más de 100 robos en los últimos meses.