MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional detuvieron ayer a dos personas por un fraude de más de 3.600.000 de euros en el comercio intracomunitario de vehículos, en el que obtenían grandes márgenes de beneficio al evitar la declaración del IVA correspondiente a las transacciones. Además, tres personas más han sido imputadas por hechos parecidos al constatarse que otras seis empresas han cometido delitos de la misma índole.
Durante la operación, realizada por agentes de la Brigada de Blanqueo de Capitales, adscritos a una unidad de la Comisaría General de Policía Judicial, se destapó "la operativa irregular de una serie de empresas pertenecientes al mercado de automóviles de alta gama" que, durante los años 2007 y 2008, se sirvieron de sociedades "trucha" y empresas "pantalla" para obtener los vehículos a un precio "inferior al de mercado".
Concretamente, las sociedades "truchas", o de primer nivel, adquieren los vehículos de gama alta en otros países de la Unión Europea para su venta en el mercado nacional. "Aunque las transacciones comerciales entre profesionales de países comunitarios están exentas de la declaración de IVA, una vez en nuestro país las operaciones de compra-venta sobre estos coches sí están gravadas con dicho impuesto".
Sin embargo, estas empresas no realizan declaración alguna de las operaciones, "ni en el mercado intracomunitario ni en el nacional", con lo que incumplen sus obligaciones tributarias con el erario español. De este modo defraudan lo relativo al concepto del IVA.
Estas sociedades "suelen carecer de trabajadores y el objeto social que aparece en el Registro Mercantil no se corresponde con el realmente desempeñado". Asimismo, su domicilio social coincide con el de un centro de negocios, por lo que carecen de un local comercial donde desarrollar su actividad. Su capital social es muy próximo al mínimo exigido y el administrador único suele ser una persona a la que se le da una cierta cantidad de dinero para que figure como tal, aunque esta persona "desconoce total o parcialmente la realidad comercial de la empresa".
A continuación, las llamadas sociedades "pantalla", que son las mercantiles que adquieren los coches a las "truchas", forman el escalón intermedio entre éstas y las distribuidoras, cuyo objetivo es dificultar el seguimiento de los vehículos en caso de que se realice alguna investigación. En muchas ocasiones estas sociedades son creadas por las propias distribuidoras con un capital social próximo al mínimo y carecen igualmente de trabajadores o locales donde desarrollar su actividad. En la mayoría de las ocasiones realizan su liquidación de IVA y, en otras, no cumplen con sus obligaciones tributarias, como en este caso.
LA DISTRIBUCIÓN FINAL
Finalmente, las distribuidoras son las empresas que reciben los vehículos de lujo en última instancia, antes de su venta a particulares o empresas. Éstas se ven beneficiadas por la operativa seguida por las "truchas" y las sociedades "pantalla", ya que adquieren los automóviles a precios por debajo de los de mercado, gracias a la defraudación del IVA, sin que aparentemente tengan relación alguna con aquéllas.
El resultado es un elevado margen comercial que les permite obtener enormes beneficios vendiendo los coches a unos precios que "hacen muy difícil la competencia del resto de integrantes del mercado".
