La familia de un joven asesinado en 2007 en Leganés consigue reabrir la causa de su muerte al aparecer cinco imputados

Actualizado: jueves, 5 mayo 2011 12:09

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

La familia del joven de 22 años, Cristian, asesinado en 2007 durante las fiestas patronales de la localidad madrileña de Leganés han conseguido reabrir casi cuatro años la causa de su muerte al aparecer cinco imputados.

Sus padres, Carlos y Eva, no olvidan que a su hijo le arrebataron la vida una noche de agosto de 2007 y desde entonces prometieron luchar para que se hiciera justicia con el caso del joven que durante todo este tiempo se ha visto frenado por falta de testigos oculares y que ha dado un vuelco al conseguir que declaren cinco imputados.

"Pedimos a la Justicia la verdad de los hechos porque todavía hoy ignoramos aproximadamente la fecha en que mi hijo falleció. Pedimos que esto termine ya que queremos repatriar el cadáver (de mi hijo). Él amaba su tierra, Argentina y su último final tiene que ser mi país", relata Eva, madre del joven.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Eva ha recreado los hechos que comenzaron en agosto de 2007, cuando Cristian decidió ir a las fiestas patronales de Leganés junto con dos amigos. Las horas que siguieron a su desaparición fueron de gran angustia para este matrimonio y el hijo que ambos tienen en común.

"El sábado a las 14.30 horas me di cuenta que Cristian no estaba en el hogar. Solía salir y quedarse en casa de un amigo, pero siempre regresaba aunque fuera para bañarse o cambiarse, nunca se alejaba de nosotros", relata Eva. En vista de que su hijo no le respondía las llamadas telefónicas decidieron denunciar su desaparición en la Comisaría de Policía.

Sin embargo, y tras ver en las noticias que se había encontrado un cadáver en Leganés, Carlos, el padre del joven, acudió a la comisaría. Allí le notificaron que se trataba del cuerpo de su hijo. "Le mostraron unas fotografías en las que mi esposo le identifica por un tatuaje en el hombro derecho y también por la boca", lamenta.

DE ACCIDENTE A HOMICIDIO.

Aunque en un primer momento la Policía consideró que se trató de un "accidente", el Juzgado de Leganés les confirmó una semana después del fallecimiento, que se trataba de un "homicidio". Cristian falleció por un traumatismo cranoencefálico. "La carátula cambia", añade Eva.

A raíz de ahí se abrieron las investigaciones que apenas duraron unos meses ya que en 2008 la causa se cerró por falta de testigos oculares de los hechos. Al parecer Cristian y su amigo (el tercer acompañante decidió irse a casa antes que los otros), entraron en un pub sobre las 6.00 de la mañana. Allí el joven habló con una amiga. El novio de la chica "forcejeó" con Cristian, lo que provocó que los porteros le echaran del bar.

Al parecer, cinco de los agresores abandonaron también la discoteca y le propinaron dos golpes en la cabeza. "Me niego a aceptar que fue un accidente", ha aseverado Eva. Ella mejor que nadie sabe que su hijo "evitaba discusiones" y no sólo por su forma de ser, sino también porque Cristian padecía "hidrocefalia" (dilatación anormal de encéfalo por acumulación de líquido). "Sabíamos que un golpe para él (en la cabeza) era fatal", añade.

"Mi hijo nunca se metía en problemas porque sabía que tenía una limitación y no podía hacer nada. El hecho de que fueran a golpearlo dos veces con semejante agresión, tan salvaje, no lo voy a asumir ni con ellos en la calle ni tampoco mientras viva. Yo luché para tener a Cristian en vida, no para lo que le ha ocurrido", lamenta.

Los impactos le provocaron que anduviera casi perdido durante tres horas por las calles de Leganés. Testigos relatan que lo vieron en una estación de trenes hasta dónde le trasladó la Policía después de que el propio Cristian se negar a ser trasladado al hospital más cercano. Y allí fue donde se le vio por última vez con vida. Su cuerpo fue encontrado más de 24 horas después en una zanja del Bosque Sur de Leganés.

TESTIGOS IMPUTADOS.

La familia decidió recurrir a la Audiencia Provincial de Madrid y consiguió que a finales de 2008 se reabriera la causa, sin embargo en mayo de 2010 se cerró de nuevo por falta de testigos oculares. La lucha constante de la familia en la búsqueda de pruebas y testigos consiguió que este mismo año el caso diera un vuelco y volviera a reabrirse de nuevo.

Según ha relatado el abogado de la familia han aparecido "nuevas evidencias" que hace que sea necesario "tomar declaración a determinados testigos". Lo que cambia todo es que había cinco personas que declararon como testigos y ahora declararán como imputados; ése es el dato más relevante lo que ha motivado la reapertura del caso", ha explicado.

Por su parte, el padre de Cristian reconoce que "lo único" que quiere es que "los que fueron culpables lo paguen. Todo está dado a que se llegue a eso, por eso nosotros luchamos tanto para que se abra de nuevo la causa. La única forma de llevarlo es peleándola porque no tenemos otra, no somos gente adinerada ni tenemos poder adquisitivo. Sólo queremos justicia", sentencia.