Fueron captados por un entramado delictivo a través de internet, blanquearon para la organización 6.000 euros, y el fraude total asciende a 37.000 euros
NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES), 18 (EUROPA PRESS)
Fuerzas del Equipo de Policía Judicial de Navalmoral de la Mata (Cáceres) detuvieron y acusaron formalmente a dos vecinos de la misma localidad de la comisión de un supuesto delito de estafa tipificado en el art. 248.2 del Código Penal, imputándoles su cooperación necesaria en el blanqueo de dinero obtenido fraudulentamente.
Según informó la Guardia Civil, fueron captados por un entramado delictivo a través de internet, blanquearon para la organización 6.000 euros, y el fraude total asciende a 37.000 euros.
La Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, a través de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, estableció un dispositivo de investigación, en el que logró averiguar que las personas detenidas, formaban parte de un entramado delictivo cuyo escalón superior se dedica a la obtención fraudulenta de las claves bancarias (tanto de las cuentas corrientes como de las tarjetas de crédito), y datos personales de las víctimas utilizando los novedosos timos electrónicos conocidos bajo el acrónimo PHISING (Password harvesting fishing) y que podría traducirse como "pesca y cosecha de contraseñas".
Los sistemas de "pesca" utilizados son tan sencillos como hacerse pasar por el banco o caja donde está abierta una cuenta corriente. Y los medios utilizados la red de redes, el correo electrónico, el teléfono o cualquier otro sistema de mensajería instantánea.
El "pescador" confeccionará previamente un mensaje en el que utilizará la imagen de la entidad bancaria para inducir a error y lo remitirá a las personas que sabe titulares de esas cuentas (pesca selectiva) o, sencillamente, enviará miles de esos correos a todas las cuentas de correo electrónico que por un medio u otro conozca (pesca masiva). Una vez que el anzuelo -o la red- esté echado, sólo quedará esperar.
El destinatario del correo electrónico observará que ha sido enviado desde una cuenta correo con un nombre similar a la de su banco y, si lo abre, se encontrará con un mensaje de aviso en el que urgen a introducir sus datos y claves en el formulario que acompañan, advirtiéndole de que, de no hacerlo, sus cuentas serán canceladas de inmediato al no poder garantizar su seguridad. Para crear mayor confusión, esos correos suelen recibirse las vísperas de festividades, fines de semana, puentes o periodos vacacionales... "¿Qué hago si me bloquean las cuentas?", suele ser la pregunta que predispone a caer en la trampa.
En realidad, el banco nunca pedirá esos datos por correo electrónico, tampoco por teléfono. El banco ya los tiene. Si el destinatario, apremiado por la urgencia e inseguridad que transmite el mensaje, introduce esos datos en el formulario y los envía, en realidad estará poniendo a disposición del estafador sus datos confidenciales. Con ellos ya habrá pesca: el estafador entrará en nuestras cuentas bancarias y ordenará con rapidez cuantas transferencias electrónicas precise para hacerse con todos los ahorros de las víctimas.
La forma de blanquear ese dinero es, en ocasiones, tan ingeniosa como la anterior. El modo ha sido bautizado como SCAM y consiste en la captación de terceras personas con las que se establece una supuesta relación laboral que se viste con la apariencia de legalidad a través de un contrato en el que, leído despacio, puede observarse que no existe ningún trabajo y, mucho menos, ningún negocio legal.
Los detenidos por el Equipo de Policía Judicial de Navalmoral habían leído un anuncio en el que una empresa extranjera buscaba representantes de la firma en España. El trabajo era tan fácil y sencillo que podía ser realizado por cualquier persona y las retribuciones tan desproporcionadamente importantes que decidieron contactar electrónicamente con los responsables. Por medio de esa correspondencia supieron que su trabajo consistiría en la apertura de una cuenta corriente en la entidad bancaria que se les indicase, de la que tenían que dar todos los datos.
A esa cuenta, la empresa transferiría diariamente unos 3.000 euros, de lo que daría aviso inmediato para que los titulares solicitaran su reintegro en la oficina donde previamente abrieron la cuenta corriente y enviasen el metálico, a través de sistemas de envío de dinero al extranjero tales como WESTERN UNION o MONEY GRAN, a un vecino de cualquier país de Europa Central que se les indicaba.
Los detenidos previamente tenían que descontar de esas cantidades todos los gastos (la comisión del banco, el importe del servicio de envío de dinero) y restar sus ingresos: hasta el 10 por ciento por cada operación, una cantidad muy superior al sueldo medio de la mayoría de los trabajadores.
Con estos timos propios de una elaborada ingeniería social, los pescadores consiguen blanquear el dinero y materializarlo con elusión de los controles bancarios. La rapidez con la que se realizan las transferencias y transacciones bancarias da alas al dinero y evita que la víctima advierta que están desapareciendo sus ahorros hasta que es demasiado tarde.
La Guardia Civil tiene a disposición del público en general la página web del Cuerpo en la que encontrarán información y consejos para evitar este y otro tipo de timos y estafas electrónicos: HREF="http://www.gdt.guardiacivil.es/"* MACROBUTTON HtmlResAnchor www.gdt.guardiacivil.es y recomienda la visita de otras páginas amigas, tales como HREF="http://www.red.es/"* MACROBUTTON HtmlResAnchor www.red.es o HREF="http://www.nomasfraude.es/"* MACROBUTTON HtmlResAnchor www.nomasfraude.es donde podrán conocer los últimos informes sobre esta tipología delictiva y sus rápidas evoluciones, así como recibir prácticos consejos y herramientas gratuitas para proteger nuestro ordenador ante todo tipo de ingeniero social que pretenda pescar datos y ahorros allanando toda intimidad.