Un hombre confiesa que mató a una niña en Gran Canaria pero niega haberla agredido sexualmente

Actualizado: lunes, 22 noviembre 2010 19:21

La Fiscalía pide 49 años de cárcel y la defensa, 15 años

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un hombre de nacionalidad coreana ha admitido este lunes haber matado a una niña de 11 años de edad, hija de un compatriota amigo suyo, tras entrar a robar en su domicilio familiar en Las Palmas de Gran Canaria, pero ha negado haberla agredido sexualmente, ya que era como su "hija".

"Reconozco haber matado a la niña, pero el resto jamás. Nunca podría hacerle eso. Era como mi hija, no me sentía atraído sexualmente por ella", ha declarado S.O.L. durante el juicio con Tribunal del Jurado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, donde la Fiscalía ha solicitado imponerle un total de 49 años de cárcel por presuntos delitos de robo con violencia e intimidación, allanamiento de morada, agresión sexual y asesinato.

Por su parte, la acusación particular reclama 52 años de prisión, al añadir un supuesto delito de amenazas, mientras que la defensa pide 15 años de cárcel para su cliente por un presunto delito de homicidio con dolo eventual y robo con violencia e intimidación, con las atenuantes de arrebato u obcecación y analógica de confesión de los hechos.

El acusado, de 51 años de edad y procedente de Corea del Sur, sin antecedentes penales en España, acudió el día 30 de agosto de 2008 a un club de golf situado en Telde para jugar una partida, tal como hacía a diario, y, de hecho, había quedado con otras tres personas, cuyos nombres no recordaba.

Allí estaba jugando un campeonato un compatriota suyo del cual el acusado era amigo, así como también de toda la familia del hombre, cuya hija tenía entonces 11 años de edad y a la que S.O.L. conocía desde que ella tenía cinco años.

S.O.L. sabía que la madre y el hermano de la niña estaban en Corea y su padre estaba realizando un circuito que duraba cuatro horas aproximadamente, a lo que se añade el tiempo de cambiarse de ropa y tomar algún refrigerio con los demás jugadores en el club de golf. No obstante, negó haberse apropiado de las llaves de su vivienda en la taquilla del vestuario del club para allanar la casa y esperar a la niña, tal como sostiene el Ministerio Fiscal.

"MUCHAS VECES A SOLAS CON ELLA"

El acusado explicó que al ver a la pequeña bajar del coche de sus amigos, dio "media vuelta" con su vehículo y la llamó. Luego le dijo que le abriera la puerta de la casa, a lo que, según su versión, la niña accedió, ya que "había estado muchas veces antes a solas con ella porque iba a visitarla normalmente".

Agregó que la menor le abrió la puerta sólo con una toalla en la cintura y una camiseta, y, a continuación, ambos se sentaron en el dormitorio del padre para ver una telenovela coreana. "Era una niña muy alegre, no se guarda nada ni tiene secretos. Normalmente era así", manifestó S.O.L., que reconoció que sabía que su amigo tenía dinero en casa.

En este sentido, argumentó que él necesitaba 2.600 euros por una deuda acumulada de la manutención que debía abonar a su hija, ya que, "si no pagaba ese dinero podía ingresar en prisión". "Llevaba un año denunciado por impago y coincidió con la fecha de los hechos", justificó.

Igualmente, indicó que tres meses antes de lo ocurrido, tenía un negocio en Siete Palmas que había creado con dinero prestado, pero que a los dos meses tuvo que cerrar.

"LA COGÍ, NO LA ESTRANGULÉ"

De ahí que empezó a registrar la vivienda para buscar dinero, mientras la niña le instaba a que dejara de hacerlo. En un momento dado la empujó y la hirió, por lo que ella empezó a llorar y él se asustó. A continuación, la tiró "de un lado a otro" y "se le cayó la toalla". Después, "para que dejara de llorar y tranquilizarla" la cogió "por el cuello". "La cogí, no la estrangulé", apostilló. A este respecto, negó que, impulsado presuntamente por "el ánimo libidinoso" y contra la voluntad de la niña, abusara de ella, según sostiene el fiscal José Antonio Díez.

LE GOLPEÓ CON UN CUERNO

Sin embargo, S.O.L. manifestó que al coger a la niña por el cuello, ésta, tumbada en la cama, le mordió la mano para defenderse y él se volvió "loco" y le empezó a pegar. "En ese momento probablemente sentí odio hacia ella y por eso le pegué tanto", confesó, al tiempo que reconoció que la golpeó "dos o tres veces" con un cuerno nacarado en la cabeza.

A su entender, la menor "perdió la conciencia después del primer golpe". Alegó que "no era consciente" de lo que hacía en ese momento y, seguidamente, empezó a buscar dinero en efectivo, que no halló, pero aseguró que sí sustrajo un reloj.

HUYÓ DE LA JUSTICIA

"Para qué voy a llamar a una ambulancia si dejo ya casi muerta a una persona", admitió el procesado, que negó haber visto sangre en la niña. Finalmente, a consecuencia de todas las brutales agresiones de que era víctima, la pequeña murió por traumatismo craneoencefálico y asfixia mecánica por estrangulamiento.

A continuación, regresó al club de golf y, posteriormente, le avisaron de la muerte de la niña, por lo que arropó a sus amigos en su dolor. Días después se fugó a Tenerife y de ahí a Madrid. Su intención era viajar a Granada a fin de quitarse allí la vida, pero fue detenido antes.

Por todo ello la Fiscalía pide para S.O.L. un total de 49 años de cárcel, así como la prohibición de residir en la Comunidad Autónoma de Canarias y que indemnice con 400.000 euros a los padres y al hermano de la niña por los daños morales causados a consecuencia de su muerte, "teniendo en cuenta el modo, manera y lugar en que ésta se ocasionó".

El fiscal José Antonio Díez considera que los hechos "merecen el reproche más severo" y pidió a los miembros del jurado popular que presten "máxima atención a las pruebas" durante el juicio, que se celebrará hasta este miércoles.

"SE ENSAÑÓ BRUTALMENTE"

Por su parte, el letrado de la acusación particular, Santiago Melado, incidió en las contradicciones de su testimonio con su anterior declaración en el Juzgado de Instrucción.

Reclama para el acusado 52 años de cárcel, su expulsión de España y una indemnización de 96.101 euros. Y es que, en su opinión, S.O.L. "sabía perfectamente lo que hacía" e "ideó un plan para satisfacer sus más bajos instintos sexuales" con una niña "inocente, frágil y pura, a la que le quedaba una vida por delante".

Agregó que los padres de la niña "están siempre llorando" tras su fallecimiento y quieren "justicia y que esto no quede impune". "Se ensañó brutalmente con ella, le causó un gran dolor y gran sufrimiento", subrayó.

La defensa, Juan Manuel Merino, pide 15 años de prisión para su cliente, que, a su entender, debido al divorcio con su mujer y sus problemas económicos "entró en fase terminal, en la ruina total", por lo que su intención era "robar, no matar a la niña". "La situación se le fue de las manos", sentenció.