Hoy serán enterrados en Alcázar del Rey (Cuenca) el niño y el padre que murieron ahogados en el acueducto Tajo-Segura

Actualizado: viernes, 30 marzo 2007 13:14

TOLEDO, 30 Mar. (EUROPA PRESS)

Sobre las 18.00 horas de hoy serán enterrados en la iglesia parroquial de Alcázar del Rey, el niño de ocho años, y su padre, que murieron ahogados tras caer al acueducto Tajo-Segura, a su paso por esta localidad conquense.

En declaraciones a Europa Press, el primer teniente de alcalde de este municipio, Jesús del Saz, señaló que todo el pueblo se encuentra conmocionado, y que el Ayuntamiento ha decidido decretar 10 días de luto.

En estos momentos los cuerpos de los fallecidos se encuentran en el Instituto Anatómico de Cuenca, donde se les practica la autopsia. Desde allí serán trasladados esta tarde a a Alcázar del Rey, donde recibirán sepultura.

El niño de ocho años, identificado como Alfonso Y.L, se precipitó al acueducto cuando perseguía a su perro en compañía de otros dos amigos, quedando enganchado en una cadena, razón por la que no le arrastró la corriente.

Al percatarse de lo sucedido, uno de sus amigos corrió hasta el citado pueblo para alertar de lo sucedido, mientras el otro permanecía en el lugar.

Entre los primeros en llegar al lugar se encontraba el padre del menor, Abel Y.R, de 44 años, que al ver a su hijo en el agua se arrojó al río en un intento desesperado por rescatarle. No obstante, en ese momento, el niño se desenganchó de la cadena y fue arrastrado por la corriente junto a su padre.

Según explicó a Europa Press el subdelegado de Gobierno en Cuenca, Julián Grimaldos, testigos presenciales aseguraron que el menor pudo haber recorrido unos cinco kilómetros del río antes de fallecer. Finalmente, el padre y su hijo fueron rescatados por efectivos de los Bomberos, ayudados por dos trabajadores de uno de los tramos del AVE que se encuentra en construcción en esa zona.

Los facultativos sanitarios que se personaron en el lugar intentaron reanimar sin éxito al menor durante casi una hora, aunque finalmente sólo pudieron certificar el fallecimiento de ambos.

Al lugar de los hechos se desplazaron una UVI móvil y los bomberos de Tarancón, así como agentes de la Guardia Civil y un helicóptero del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Pasadas la 23.00 horas, la forense reconoció los cuerpos sin vida de Abel y su hijo y ordenó el levantamiento de los cadáveres. Ambos fueron trasladados al depósito de cadáveres de Cuenca.