Reconoce que "a veces" se siente "culpable", pero insiste en que Jorge "hacía lo que le gustaba"
COGOLLUDO (GUADALAJARA), 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Julio Cesar Martínez Sanz, el padre de Jorge Martínez, uno de los fallecidos en el incendio que el 17 de julio del año pasado arrasó 13.000 hectáreas en Guadalajara, ocupa desde hace un año el lugar de su hijo en el retén contra incendios porque, según afirmó, luchando contra el fuego es donde se encuentra "bien".
En declaraciones a Europa Press, reconoció que "es duro cuando hay víctimas", pero insistió en que "hay que rellenar el retén". "Lo único que hice fue pedir el puesto de mi hijo, si podía ser, y sin perjudicar a nadie", aclaró.
Después la muerte de su hijo, Julio Cesar hablo con responsables de Medio Ambiente y de la empresa Tragsa y les preguntó si podía acabar los dos meses que le faltaban a su hijo para acabar la campaña de incendios.
Tras incorporarse al retén de Cogolludo, decidió abandonar su trabajo como monitor deportivo. En este sentido, admitió que decidió incorporarse al retén de Cogolludo porque era donde se encontraba "bien, y no por otra cosa".
Después de hacer las pruebas físicas, o lo que en jerga forestal se conoce como "el banco", entró a ocupar su puesto en el retén el 13 de agosto de 2005 donde permaneció hasta el 16 de octubre. Posteriormente pasó a realizar tareas de podado, desbroce y acordonamiento de los montes. "Y así, de tres meses en tres meses, dentro de un mes hará un año que estoy aquí", remarcó.
SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD
"A veces te sientes culpable", reconoció Julio, quien además admitió que no puede dejar pasar por alto que, quizá, su hijo por "su influencia, hizo las pruebas del INEF". Así, recordó que, desde niño, siempre le llevaba a caminar por "los montes cercanos al pueblo".
Aunque consideró que, en su opinión, "hacía lo que le gustaba", confesó que de cuando en cuando, le ronda el pensamiento de que "si hubiera seguido industriales, nunca le hubiera llevado a ningún monte, nunca le hubiera hecho correr o hacer gimnasia, y a lo mejor se hubiera dedicado a otra cosa".
En lo que se refiere a los medios y aptitudes de los agentes contra-incendios, subrayó que no está de acuerdo con la forma de selección de las plantillas, porque es un trabajo "durísimo. "Son montes, son subidas, son bajadas, encima cargado y con calor. Salvo alguna excepción, la gente no está preparada", agregó.
"UNA EXPLOSIÓN PREVISIBLE"
Por otra parte, Julio no puede explicarse por qué motivo ocurrió tal catástrofe. "Alguien tenía que haber previsto la que se estaba cocinando", señaló Julio mientras recalcaba que "aquello fue una explosión".
"Sé lo que pasó más o menos porque te van explicando técnicos cómo se llega a esa potencia de fuego, cómo se forma y cómo se produce el desenlace", comentó Julio. En este sentido, mostró sus dudas sobre si algún día se conocerá "por qué pasó y por qué entraron el domingo cuando ya el sábado había ya muchas hectáreas quemadas". "Mandas retenes que son para atacar focos secundarios justo donde venía el incendio con toda la intensidad", criticó.
A punto de cumplirse un año de la tragedia, reconoció que los familiares de las víctimas quieren que se les expliquen "si fue una imprudencia y si alguien les ordenó". "Saber quién fue el responsable es lo que llevamos buscando un año", añadió.
Para Julio, el auténtico responsable no fue el coordinador general Pedro Almansilla, también fallecido en el incendio, y que admitió que fue "quien metió al retén de Cogolludo por Santa María del Espino". "Dentro del incendio hay un coordinador (agente forestal) que coordina ahí dentro, pero fuera en la central hay un técnico ( de incendios) que coordina", explicó.
"No sabemos quién le dio la orden a este señor", en referencia al coordinador Almansilla, pero admitió que no lograba entender "por qué entraron a esa zona". "Lo que no entiendo es que se metiera con la experiencia que tenía ahí, viendo lo que ya había ardido y lo que se les venía encima", resaltó.
Como muchos expertos opinan, un fuego de esas características "es imposible de controlar, y menos sin medios aéreos". Incidió en que no está de acuerdo en que sobre el terreno "estaban todos los medios aéreos". "Creo que había uno, otro se rompió y al otro se le estropeó el bambi -donde se lleva el agua-. Uno o ninguno, son todos los medios que había", señaló.
"LA COMISIÓN FUE UNA FARSA"
Por otro lado, calificó de "farsa" la comisión de investigación del incendio de Guadalajara, compuesta por seis miembros del Partido Socialista y cuatro del Partido Popular, ya que, en su opinión, a los parlamentarios "no les interesaba llegar al fondo".
En este sentido, denunció que la misma Comisión estuvo sujeta a todo tipo de irregularidades. "Desaparecen partes, falsean documentos, a gente que tiene que declarar la amenazan, a otros les destinan a otro sitio; son claros indicios de manipulación", indicó. "Si no tienes nada que ocultar dejas que investigue quien quiera", puntualizó.
Finalmente, también criticó la postura de Izquierda Unida, partido que "defiende a todos los trabajadores", por abstenerse en el Congreso e impedir así, la creación de una nueva comisión de investigación. "Su abstención era la guillotina", concluyó.
