PAMPLONA, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El incendio declarado esta noche en el local de alterne Alazán de Pamplona, en el que resultaron heridas tres mujeres, una de las cuales continúa ingresada en un centro hospitalario de la capital navarra, se está investigando en la línea de delincuencia común.
Según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Navarra, el incendio comenzó sobre las 23 horas, cuando un grupo de desconocidos desparramó líquido inflamable y prendió fuego contra el establecimiento.
Aunque "no se puede descartar ninguna hipótesis", las investigaciones apuntan a que el fuego fue intencionado, y que el líquido inflamable "fue vertido, no proyectado", agregaron estas fuentes.
Como consecuencia de ello, tres mujeres resultaron heridas, dos de las cuales ya fueron dadas de alta. Sin embargo, una de ellas continúa ingresada debido a las quemaduras que sufrió.
En el establecimiento, situado en la calle Labiano número l, había entre diez y quince personas en el momento del incendio. Las llamas se propagaron por toda la primera planta del local.
Las personas que estaban en el interior del local pudieron salir gracias a un agujero abierto por un vecino en la pared del sótano, agregaron estas fuentes. Las viviendas próximas al bar no tuvieron que ser desalojadas.
La investigación del incidente ha sido asumida por el Cuerpo Nacional de Policía. Hoy se está tomando declaración a las personas afectadas y a los testigos, con el fin de esclarecer los hechos. Todavía no se ha producido ninguna detención.
La agresión más grave relacionada con los clubes de alterne en Navarra, cuyas investigaciones también se centraron en la delincuencia común, tuvo lugar en febrero de 2003, cuando fue hallado el cadáver del propietario de tres locales.
Miguel Ángel Rodríguez Sáez, vecino de Pamplona y natural de Alsasua, fue encontrado muerto con dos impactos de bala en la madrugada del 14 de febrero de 2003 en un garaje de la capital navarra. El fallecido era propietario de tres clubes de alterne en Pamplona y Berriozar.