Un Inspector Jefe de la Policía Nacional señala el rechazo a la inmigración como la causa del auge de los grupos nazis

Actualizado: martes, 28 febrero 2006 17:40

Esteban Ibarra dijo que se han detectado presencia de grupos neonazis en "más de cincuenta municipios" de España

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El jefe de la Sección operativa de la Brigada Provincial de Información del Cuerpo Nacional de Policía, Javier Fernández, explicó hoy, en la rueda de prensa en la que se presentaba la nueva edición del libro 'Diario de un Skin', del periodista Alfonso Salas, que la causa del auge de los grupos neonazis es el "rechazo a la inmigración".

Fernández, que pidió no ser captado por las cámaras por razones de seguridad, explicó que "muchos jóvenes normales" que no tienen ideología nazi se han unido por su rechazo a la inmigración. También expuso que estos grupos, a raíz de acontecimientos como la infiltración de Antonio Salas en un grupo de neonazis, ha hecho que utilizan unas cada vez más sofisticadas normas para ser integrado en el grupo, y que estos grupos violentos están tomados "medidas tremendas" para no ser identificados por la Policía.

Además dijo que los estadios de fútbol son un lugar que "aglutina a ultras neonazis" y que se está convirtiendo en un "lugar de captación". Fernández dijo que en las operaciones policiales contra el grupo Ultrassur se les ha incautado -entre otros muchos objetos- entradas del Real Madrid entregadas por el club, hecho que "últimamente esta institución negaba".

Sobre la ubicación física de estos grupos de ultraderecha, Fernández dijo que han detectado, en referencia a Madrid, "que se han ido alejando hacia pueblos de la Sierra", fundamentalmente hacia el noroeste.

Por su parte, el autor del libro, Antonio Salas, que por motivos de seguridad no acudió a la rueda de prensa, dijo -a través de un video- que "la imigración ilegal, la presencia de bandas latinas y la delincuencia asociada a ellos ha despertado la simpatía" de ciudadanos españoles "hacia grupos racistas y xenófobos". "Los conflictos interraciales y el aumento de la inmigración ilegal se ha convertido en el caldo de cultivo, como ocurrió en Francia, para que el odio xenófobo y el movimiento nazi vuelva a surgir de sus cenizas en España con más fuerza que nunca", sentenció.

Asimismo, el escritor dijo que el movimiento nazi goza de un "excelente estado de salud" y auguró que este tipo de violencia "irá a más", como de hecho ya "se ha multiplicado en Valencia, Barcelona, Zaragoza o Andalucía"."Los violentos han aprendido que cierto tipo de víctimas como los inmigrantes ilegales, las prostitutas o los indigentes, nunca acudirán a una comisaría a denunciar una agresión", afrimó Salas.

Sobre su libro dijo que "prácticamente todos los skin nombrados" en la edición que escribió hace tres años han pasado por los juzgados, y que "docenas y docenas" de jóvenes han dejado el movimiento a raíz del libro. Del mismo modo destacó "el placaje continuado" de la Policía Nacional y de la Guardia Civil hacia estos grupos violentos.

FUNCIONAN COMO SECTAS

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la intolerancia, explicó que estos grupos "ya no mantienen una identidad estética" homogénea para no ser identificados, que están viviendo un "proceso de internacionalización" a través fundamentalmente de internet y que cada vez son "más jóvenes, más clandestinos y más organizados". Indicó que sigue siendo un fenómeno que no atiende a clases sociales, que "funcionan como sectas", y que "antes fundamentalmente eran chicos, y ahora son chicos y chicas".

El presidente del Movimiento contra la intolerancia, dijo que han detectado presencia de neonazis en "más de cincuenta municipios" de toda España y que ninguna comunidad autónoma se libra de su presencia. Entre las víctimas destacó a los "inmigrantes marroquíes", pero "sobre todo últimamente", a los indigentes y dijo que los agredidos "carecen de apoyo institucional".

Ibarra dijo, que según estimaciones de esta institución, en España hay unas cuatro mil agresiones al año por parte de estos grupos, "mientras que otros países como Alemania reconocen cincuenta y dos mil agresiones anuales". Como soluciones para erradicar estos movimientos violentos Ibarra señaló "en primer lugar no negar la existencia del problema", además de la actuación política y legislativa, la creación de policías especializados y, "fundamentalmente la prevención a través de la educación en valores". Asimismo abogó por promover "una ley contra los crímenes del odio", de todas aquellas agresiones que se produzcan por pertenecer a un grupo," ya sea por ser prostituta o por ser indigente". "Hay que hacer lo mismo que se ha hecho con la violencia de género", concluyó.

Por último, el presidente del Movimiento contra la intolerancia dijo que para terminar con la violencia en el fútbol hay que acabar con el problema de los grupos ultras que acuden al campo. Finalizó diciendo lo que existe en nuestra sociedad "es un prejuicio hacia lo diferente".