BARCELONA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal popular juzgará a partir de mañana en la Audiencia de Barcelona a un hombre por presuntamente matar a botellazos a su ex compañera sentimental en marzo de 2005 tras una discusión en el domicilio del acusado, quien robó la cartilla bancaria de la víctima tras el crimen y se apoderó de 1.400 euros.
Los hechos se remontan a la mañana del 29 de marzo de 2005, cuando el acusado, Francisco T.R., se citó con María Isabel J.M., de 52 años y con quien había roto su relación un mes antes, en su domicilio de la calle Felip II del barrio barcelonés del Clot.
Según el auto de hechos justiciables de la Audiencia de Barcelona, en un momento dado Francisco T.R. y la víctima entablaron una discusión que fue subiendo de tono, hasta que Francisco T.R. cogió una botella y dio un fuerte golpe en la cabeza a María Isabel J.M.
A consecuencia de la agresión, la mujer cayó al suelo casi inconsciente y Francisco T.R. supuestamente aprovechó que la víctima no podía "oponer defensa alguna" para seguir golpeándola con la botella en la cara, en la cabeza y en las manos, "consciente del riesgo" para su vida.
María Isabel J.M. sufrió varias contusiones debido a los golpes, además de una gran fractura craneal que le provocó la muerte por traumatismo craneoencefálico. Tras acabar con su vida, Francisco T.R. le robó seis euros y una cartilla de ahorros que llevaba en el bolso, marchándose acto seguido del domicilio.
El procesado, que conocía el número secreto para operar con la cartilla por la relación que había mantenido con María Isabel J.M., realizó diversas extracciones en dos cajeros de Barcelona y Badalona entre el 29 y el 31 de marzo, hasta obtener un total de 1.400 euros.
LLAMÓ A LA POLICÍA UNA SEMANA DESPUÉS.
Según relata el auto de la Audiencia de Barcelona, pasada una semana el acusado llamó al 091 desde un bar y confesó a la Policía que se había peleado con una mujer en su domicilio de la calle Felip, que la había golpeado y que creía que estaba muerta.
Varias dotaciones policiales acudieron entonces al local desde donde se produjo la llamada y localizaron en los alrededores a Francisco T.R., quien también reconoció que había cometido el crimen ante el juez que efectuó el levantamiento del cadáver de la víctima.
Un compañero de piso de María Isabel J.M. ya había denunciado la desaparición de la mujer el 31 de marzo, ya que ésta tenía una hija de 13 años en el momento de los hechos que había quedado en situación de desamparo.
La niña, que actualmente tiene 15 años, quedó bajo la tutela provisional de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat, que, junto a una hermana de la víctima, ejerce la acusación particular en el proceso.
AGRESIONES MUTUAS, SEGÚN LA DEFENSA.
La defensa de Francisco T.R. mantiene que actuó "en una situación de arrebato y obcecación" debido a la discusión que había mantenido previamente con la víctima, "que fue subiendo de tono hasta el punto de llegar a agredirse mutuamente, con múltiples golpes, arañazos" y una mordedura que ella le propinó y que motivó que él la golpeara "inmediatamente" para que lo soltara.
El procesado, además, asegura que el día de los hechos tenía sus facultades "notablemente mermadas" debido al alcohol que había consumido durante las horas previas al crimen. Las acusaciones, por su parte, se oponen a la tesis de la defensa y consideran que los hechos se traducen en un delito de asesinato con alevosía y otro continuado de robo con fuerza.
