Charo asegura sentirse "agotada" por "estos dos semanas de lucha" y afirma que sólo ha podido hablar un minuto con él desde su detención
CARTAYA (HUELVA), 1 (EUROPA PRESS TELEVISIÓN)
La madre de Miguel Ángel López, el joven onubense acusado en Letonia por ultraje a la bandera nacional, asegura que la detención de su hijo es "injusta" y le parece "increíble" que su hijo esté en prisión por coger una bandera de la calle.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Charo Beltrán explicó que su hijo "estaba viajando con otros seis compañeros por los países bálticos" y que cuando se encontraban en Letonia "cogieron una bandera que estaba en la calle como recuerdo". Tras esto, "alguien los acusó y fueron detenidos, interrogados y llevados a prisión".
La madre, que declaró sentirse "agotada por estas dos semanas de lucha", indicó que "Miguel Ángel es un chico normal y muy estudioso, que "ha viajado por toda Europa" sin ningún tipo de "problemas".
Charo sólo ha podido hablar un minuto con su hijo desde que lo detuvieran el 16 de mayo, quien le aseguró que "estaba bien". Desde que Miguel Ángel ingresara en prisión, habla todos los días con la embajada.
De hecho, "el Embajador consiguió que se considerara el hecho como sanción administrativa, y que tras enviar el dinero de la fianza a Letonia, la fiscalía letona rectificó y continuó calificando el delito como ultraje a la bandera", según explicó Charo.
La española aseveró que no se cree que esto le esté pasando a ella, y que están "agotados y destrozados", tras estas dos semanas en las que no han levantado cabeza. Por ello, Charo exigió "al Gobierno español que inicie medidas más contundentes, para evitar que su hijo continúe en prisión hasta el momento del juicio".
RECOGIDA DE FIRMAS
Además, la familia de Miguel Ángel comenzó una recogida de firmas, para demostrar que no sólo ellos están con Miguel Ángel, sino que su pueblo, la Universidad y sus amigos, están con él.
Miguel Ángel es el único español que está en la cárcel, tras la liberación de su compañero. En prisión continúan dos portugueses, de los cinco que formaban el grupo. Los tres están acusados de un delito de ultraje a la bandera nacional, penado con hasta seis años de prisión.