En Navarra, mejora la situación en la zona Media y a la Ribera comienza a llegar la punta máxima de la crecida del Ebro

Actualizado: martes, 3 abril 2007 13:59

Abiertos los accesos por carretera a Pitillas y Beire y evacuadas unas 70 viviendas en Funes y Falces durante la noche

PAMPLONA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las inundaciones comienzan a remitir en la zona Media de Navarra, sin que se hayan producido situaciones especialmente graves y víctimas personales. Mientras, en la Ribera se mantiene la alerta ante la crecida del Ebro, que se espera alcance en Castejón una punta máxima de 2.900 metros cúbicos por segundo antes del mediodía, por por debajo de las previsiones de hasta 3.300 metros por segundo.

El consejero de Interior, Javier Caballero, consideró una "buena noticia" que no se alcance este último caudal. En rueda de prensa celebrada tras la reunión del Órgano de Coordinación que la noche, el consejero relató que la noche trascurrió con "relativa normalidad".

Las inundaciones originaron unas 60 intervenciones de bomberos, como el desalojo de 55 viviendas en Funes, 20 en Falces, tres en Pitillas, una en Tafalla y otra en San Martín de Unx por corrimiento de un talud. También se desalojó de forma preventiva un grupo de unifamiliares en Buñuel.

Además, las localidades de Pitillas y Beire, que ayer tarde llegaron a quedar aisladas, tienen abiertos ya los accesos por carretera.

Además, esta noche la Policía Foral evacuó a una vecina de Pitillas, que presentaba una fractura de fémur, y a otra persona en Aramendía para recibir tratamiento de diálisis. Mientras, se sigue buscando, aunque sin resultado, a la niña desaparecida en el Arga, a la altura de Larraga. Caballero destacó que las unidades de rescate acuático y las unidades policiales mantienen "todos los esfuerzos".

En cuanto a los servicios básicos (agua, electricidad, gas, etc.) no se han registrado afecciones de importancia, a excepción del corte de luz que ha afectado a una zona de Pitillas.

CARRETERAS

No obstante, una docena de carreteras, una de ellas en la red principal, siguen cortadas por el agua. Como puntos más afectado en este momento figura la localidad de Milagro, que tiene cortado su acceso hacia Cadreita por la NA-134, aunque sí está abierto el acceso en dirección a Peralta.

Las carreteras que permanecen cortadas a esta hora son, en la red principal, la N-113 (Pamplona-Madrid), a la altura del punto kilométrico 75, en Castejón, en esta misma situación desde el pasado miércoles.

En la red secundaria están cortadas por inundación la NA-124, Caparroso-Carcastillo, en el kilómetro 1.800; NA-134, Eje del Ebro, entre el kilómetro 30 y el 26; NA-5330, Pitillas-Santacara-Mélida, hasta el kiómetro 2; NA-6140, Tafalla-Miranda de Arga, en el 13; y laNA-6230, Cárcar-Ventas de Cárcar.

Por su parte, también en la red secundaria se encuentran afectadas por la presencia de balsas de agua la NA-115, Tafalla-Peralta-Rincón; NA-601, Campanas-Lerín; NA-5301, Beire; NA-6130, Larraga-Berbinzana; y NA-6140, Tafalla-Miranda de Arga.

El consejero Caballero recomendó a los conductores que no se confíen ante el descenso de precipitaciones y circulen con precaución por la red de carreteras de Navarra ante la presencia de balsas de agua.

DISPOSITIVO DE ALERTA

A la espera de la llegada de la punta máxima de crecida del Ebro a la Ribera, se mantienen desplegados todos los operativos, especialmente en dicha zona. Así, el departamento de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones tiene trabajando 31 máquinas, 42 vehículos ligeros y 78 personas.

Por su parte, la ANE dispone de 70 operativos, el grupo de rescate acuático, y los grupos de voluntarios (fundamentalmente Cruz Roja y Dya) de Tudela y Cintruénigo. La Policía Foral mantiene 44 patrullas destinadas a los efectos de las inundaciones, mientras que la Guardia Civil desplegará en distintos turnos a lo largo de la jornada un total de 53 patrullas de tráfico y 112 de seguridad ciudadana.

En cuanto al pronóstico, las previsiones meteorológicas prevén para los próximos días cielos cubiertos y chubascos débiles, fundamentalmente en el Norte, que no hacen presagiar, de momento, nuevas crecidas.