LLEIDA, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La novia del único imputado por el asesinato a tiros de Isaac Martínez el pasado noviembre en el barrio de Cappont de Lleida aseguró hoy al juez y a la fiscal que su compañero dormía a la hora en que se produjo el crimen, por lo que no pudo ser responsable de la muerte del joven de 26 años.
La declarante, Soraya Lara, estuvo casada con el hermano del fallecido y mantenía una pugna con la familia del muerto por la custodia de una hija de la pareja. En aquellos momentos mantenía una relación con el detenido, Jordi R.
Según su declaración, su novio salió de casa pasadas las 8 horas y el crimen se habría producido entre las 7 y las 7.20, según la opinión del forense y las declaraciones de los testigos, trabajadores de una obra cercana que presenciaron el tiroteo.
La compañera sentimental del detenido contó que, muchos días, Jordi R. se levantaba tarde para ir a trabajar a la cafetería de la Audiencia y ese día ocurrió lo mismo. Según su versión, la madre de la joven llamó a la habitación para despertarla a ella y allí estaba todavía su pareja.
También declaró hoy Antonio R., padre del detenido, quien ha insistido en que minutos antes de las siete de la mañana llamó por teléfono al móvil de su hijo desde la cafetería, a través de su propio teléfono.
El crimen se produjo el 9 de noviembre y ese mismo día por la tarde fue detenido Jordi R., que en alguna ocasión había hablado con el fallecido sobre la custodia de la niña.
Los Mossos d'Esquadra le hicieron la prueba de la parafina para determinar si había disparado un arma y salió negativa, por lo que fue puesto en libertad. Más de siete meses después, el 20 de junio, la agentes de la policía autonómica volvieron a detener al sospechoso porque en unas segundas analíticas los expertos encontraron restos de animonio y bario en la mano derecha y los mismos componentes además de plomo en la derecha.
Desde el momento de su detención, su padre pidió a los Mossos que abran otras líneas de investigación porque desde su punto de vista hasta ahora no se han tenido en cuenta las pruebas que de su inocencia y los componentes químicos hallados en las manos se dan en muchos productos.
