PONTEVEDRA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Uno de los pasajeros del vuelo Vigo-Madrid que esta mañana tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto compostelano de Lavacolla declaró que aunque esta experiencia fue más "angustiosa que le tocó vivir", la maniobra "no fue brusca".
El avión partió a las 7.00 horas del aeropuerto de Peinador (Vigo), según el horario previsto y con total normalidad. No obstante, según explicó José Argibay, "nada más despegar, se oyó un pequeño ruido y dos o tres minutos después, el comandante anunció que debido a los cambios de temperatura reventó una rueda".
El piloto decidió desviar su ruta y realizar un aterrizaje forzoso en el aeropuerto de Lavacolla porque "no se atrevía a recoger el tren de aterrizaje por temor a que quedase inutilizado y no pudiera ser desplegado de nuevo".
Argibay añadió que la preocupación de los pasajeros se acentuó debido a que inicialmente "dijeron que era cosa de quince minutos, pero fue una hora dando vueltas y volando muy bajo" hasta que el avión aterrizó en medio de un amplio dispositivo de emergencia.
"Desde arriba vimos una pista muy blanca y pensamos que estaba nevada, pero luego comprobamos que era espuma, vertida para evitar que la nave se incendiase, pero no pasó nada y no hizo falta ni que intervinieran los bomberos" relató.
