MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a ocho personas de origen búlgaro que integraban el mayor grupo dedicado a la colocación de dispositivos de copiado en cajeros automáticos de toda España. Los arrestados, que se han hecho con un botín de más de tres millones de euros, clonaban las bandas magnéticas de tarjetas de crédito y débito y obtenían sus correspondientes "pines", accediendo posteriormente a la cuenta bancaria.
En la operación, que ha sido llevada a cabo en Madrid, Getafe y Fuenlabrada, se ha recuperado una pistola de fogueo, 25.000 euros en metálico, 150 tarjetas en blanco y 45 conteniendo datos en su banda, 15 microcámaras y 14 teclados numéricos falsos.
Además, se han intervenido nueve dispositivos de copiado de tarjetas, ordenadores portátiles, escáneres, impresoras, lijadoras y pulidoras, así como numerosa documentación de operaciones fraudulentas con tarjetas y listados de las mismas junto a su número secreto. Fuentes policiales afirmaron que podría haber miles de estafados en el territorio nacional.
INSTALABAN DISPOSITIVOS COPIADORES EN CAJEROS
Según informó a los medios de comunicación uno de los agentes que han participado en la operación, las gestiones se iniciaron hace un año aproximadamente, cuando la policía notó un repunte de los robos mediante el empleo de tarjetas de crédito.
Tras las primeras gestiones, los funcionarios comprobaron que los sospechosos realizaban sus propias operaciones de retirada de efectivo con las tarjetas copiadas por ellos mismos y facilitaban dispositivos de copiado a otros grupos con los que estaban relacionados.
Para realizar el conjunto de la actuación, los detenidos se valían de compatriotas de escalones más bajos a los reclutaban en Bulgaria y después traían a España por un tiempo no superior a tres meses en los que se dedicaban a colocar los dispositivos de copiado en los cajeros, a vigilar los mismos y a reintegrar las tarjetas copiadas. Transcurrido el plazo de estancia, volvían a su país, hecho que dificultó las labores policiales para desarticular la banda.
COPIABAN TARJETAS
La organización siempre actuaba del mismo modo: estudiaba previamente los cajeros en los que iba a llevar a cabo el fraude para posteriormente colocar camuflados los dispositivos de copiado. Así, en horas de madrugada y con las oficinas cerradas, miembros de la banda colocaban microcámaras bajo los logotipos bancarios y cambiaban los teclados originales por otros simulados.
Mientras, otros integrantes del grupo se dedicaban a vigilar los cajeros manipulados hasta que éstos no podían ser explotados más para después trasladar los dispositivos de copiado a otra sucursal bancaria para continuar con el fraude.
Una vez que los delincuentes tenían toda la información referente a números 'pin' o a las bandas magnéticas de las tarjetas, volcaban los datos en ordenadores portátiles y los pasaban a tarjetas en blanco con las que seguidamente sacaban el dinero. Los sospechosos solían aprovechar la noche para realizar este trámite, normalmente en horas en las que se cumplía el fin de un día y el inicio de otro para sacar el máximo de dinero posible.
MÁXIMA SEGURIDAD
Los detenidos eran muy cautelosos a la hora de actuar y tenían extremas medidas de seguridad. Tal es así que durante el tiempo que han estado actuando en España han hecho uso de un ordenador portátil a cuyo sistema operativo sólo podía acceder el propietario del mismo, puesto que contaba con un sistema de detección de huellas dactilares.
La banda estaba compuesta por Tsvetan Dimitrov V., de 28 años de edad; Alexandar I.L., de 21 años; Ángel Atasanov N., de 23 años; Yanita Robertovaq R., de 20; Aleksandar Dimitrov P., de 26 años de edad; Todor A.A., de 31; Venelin Belchev K., de 27 años y Kolyo Belchev K. de 20 años. Todos ellos han sido detenidos.