SEVILLA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía adscritos al Grupo de Delincuencia Internacional de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, en el marco de la denominada Operación Aquiles, han desarticulado un grupo organizado de origen venezolano, especializado en la comisión de hurtos de mayor cuantía en entidades bancarias, que operaba en todo el territorio nacional.
Según informó la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental en un comunicado remitido a Europa Press, la investigación se inició a principios de año a raíz del incremento de denuncias por parte de varias sucursales bancarias de Sevilla y de particulares que habían sido víctimas de hurtos al descuido por parte de un grupo de individuos con rasgos sudamericanos, que, "con sorprendente habilidad", sustraían sobres con miles de euros e incluso sacas de caudales del interior de entidades bancarias.
Simultáneamente a la identificación de uno de los integrantes de la banda, el venezolano R.A.R., la Policía puso en marcha un dispositivo de vigilancia en torno a los núcleos comerciales de Sevilla con mayor número de oficinas bancarias, en prevención de estos hechos delictivos; operación que tras varios meses de trabajo se ha saldado con la detención de una de las principales bandas de "cogoteros" de nuestro país, como así se les conoce en el argot policial a los que practican esta modalidad delictiva.
Entre los detenidos se encuentra Rafael A.R., de 34 años, origen venezolano y con diez detenciones anteriores por delitos de hurto, constándole además al mismo cuatro reclamaciones policiales, dos de ellas por parte del Grupo de Delincuencia Internacional de Sevilla, y decretada una orden de expulsión del territorio nacional.
Asimismo, fue detenido Cristian C.B., de 36 años, nacionalidad venezolana y 19 detenciones anteriores por delitos de hurto, estafa y robo con violencia e igualmente decretada orden de expulsión de España; Marisol E.F, de 31 años, origen venezolano, sin antecedentes policiales y en situación de estancia irregular en España.
Los tres individuos fueron interceptados sobre las 14.30 horas en la confluencia de la avenida República Argentina con la calle Miño, cuando se encontraban en actitud sospechosa en las inmediaciones de varias oficinas bancarias, próximos a un furgón de caudales de una empresa de seguridad.
Los miembros de la banda se desplazaban desde Madrid, donde residían, hacia otras provincias de la geografía española. Entidades bancarias de Sevilla, Santander, Navarra, Albacete, Madrid, Málaga, Almería, Cartagena, León y Toledo, entre otras, fueron objeto de hurtos por parte de este grupo de venezolanos. Igualmente sustraían el efectivo a particulares en las inmediaciones de estas sucursales, siempre cantidades próximas a 4.000 euros; así como a una joyería de El Ejido (Almería) de la que llegaron a sustraer numerosas piezas por valor de 70.000 euros. Sólo en lo que va de año lograron embolsarse la cantidad de 123.000 euros.
MODUS OPERANDI Y REPARTO DE ROLES
Según informó la Policía, los miembros de la banda, que nunca empleaban violencia, actuaban en equipo y cada uno de ellos cumplía un rol determinado dependiendo de la zona de actuación y de la víctima. Así, los hurtos cometidos en entidades bancarias consistían en maniobras de distracción, por lo que dos de ellos entretenían a los empleados con preguntas incoherentes o los reclamaban desde el exterior arguyendo que la tarjeta se había bloqueado en el cajero automático, mientras el tercero accedía al interior de la oficina y sin levantar sospechas sustraía sobres con efectivo del mostrador e incluso sacas de las cajas de seguridad.
Para los hurtos a particulares empleaban el procedimiento de la siembra, la mancha o el pinchazo. En todos ellos seleccionaban a sus víctimas en el interior de las sucursales y una vez en el exterior les sustraían el dinero mediante engaño, haciéndoles creer que varios billetes del suelo (que previamente arrojaban) se les acababan de caer, en el caso de la siembra; arrojándoles un líquido pestilente y ofreciéndose amablemente a limpiarles, en el caso de la mancha y por último simulando un pinchazo en el vehículo de la víctima, en el procedimiento que lleva su nombre.
Tramitadas las diligencias policiales, los detenidos serán puestos a disposición de la autoridad judicial en las próximas horas.