OVIEDO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer al gijonés J.E.B.H, de 39 años, por rajar, presuntamente, las ruedas y producir desperfectos, hasta en cinco ocasiones, en el vehículo de un vecino que estaba estacionado en calle Balagón de Gijón, según informó la Policía Nacional de Gijón.
El propietario del coche denunció, en la Comisaría de Policía, los daños ocasionados en su vehículo que se encontraba estacionado en las inmediaciones de su domicilio en la calle Balagón de Gijón. En esa primera denuncia hacía constar que al ir a coger su vehículo se lo había encontrado con las cuatro ruedas rajadas, así como con la chapa de todas las puertas hundida. Entonces no sospechó que dicha acción pudiese tener un origen premeditado y decidió reparar el coche tras interponer la correspondiente denuncia.
Las sospechas comenzaron cuando dicho vehículo fue objeto posteriormente de hasta otros cuatro ataques, efectuados todos ellos con la misma violencia. Además dichos ataques se producían siempre que el vehículo quedaba estacionado en las inmediaciones del domicilio y nunca cuando el denunciante lo aparcaba en su lugar de trabajo.
Tales hechos hicieron pensar a los agentes policiales que la persona que producían los daños eran, presuntamente, conocidos del denunciante y vecinos de la zona, además de la posible existencia de un móvil de animadversión personal contra el denunciante que éste, en principio, desconocía.
El denunciante afirmó que tales hechos le produjeron serios daños morales y psicológicos debidos al estado de ansiedad en el que estaba inmerso, lo que afectaba tanto a su vida personal como laboral.
Por tal motivo, por parte de la Comisaría de Policía de Gijón se procedió a montar un dispositivo de vigilancia audiovisual que dio resultado positivo, pues durante su desarrollo se pudo grabar al ahora detenido llegar a la altura del coche y, tras comprobar que no había ninguna persona en la vía, golpeó con una violenta patada la puerta delantera izquierda del mismo y fracturó el retrovisor de ese lado, por lo que se procedió a su detención.
Posteriormente se pudo comprobar que J.E.B.H. vive a escasos metros del domicilio del denunciante, por lo que podía controlar perfectamente los movimientos de la víctima y de su vehículo.
