Servicio Cántabro de Salud necesitará ocho meses de trabajo y un millón de euros para recuperarse por la huelga médica

SANTANDER, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

Ocho meses de trabajo y un millón de euros, ése es el coste económico y el tiempo necesario para recuperar la actividad asistencial que se ha dejado sin realizar por el momento durante la huelga médica en el Servicio Cántabro de Salud (SCS), que se encuentra en su tercera semana.

Pero también hay un coste organizativo y, sobre todo, un "coste" humano, porque suman ya unos 35.000 los pacientes que han visto aplazadas sus consultas o que no han podido ser citados en este tiempo, y son 1.800 los usuarios que, en condiciones normales, ya habrían sido operados y siguen en cambio a la espera de su intervención quirúrgica.

Para el SCS, que "un solo paciente" se quede sin atender supone ya un "problema importante", pero llegado este punto se ha ocasionado un "daño irreparable".

Así lo dice el director gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), José Alburquerque, quien, en declaraciones a Europa Press, reiteró que la oferta de la Administración al Sindicato Médico de Cantabria (CESM) y al Sindicato de Médicos Anestesiólogos (SIMAC) atiende "el 75% de sus aspiraciones" y, aun así, las dos organizaciones convocantes de la huelga siguen "dilatando" el conflicto.

Según los datos que maneja el SCS, en las más de dos semanas de huelga indefinida -ésta es la tercera- y los seis paros alternos realizados entre los meses de noviembre y diciembre pasado, se han aplazado más de 13.100 consultas. Si a ese dato se suman las consultas que se habrían programado en una situación de actividad normal y se ha optado por citar más tarde, superan 35.000 las consultas no realizadas en este tiempo.

En el caso de las intervenciones quirúrgicas, entre las suspendidas y las no programadas suman más de 1.800, lo que se traduce a su vez en un "aumento importante" de las listas de espera, pero también de la demora media. Esa incidencia de la huelga en la lista de espera se constató ya en los datos de 2006 -como consecuencia de las seis jornadas de paro de noviembre y diciembre-, de forma que se cerró el año con incrementos por encima de lo habitual, explicó Alburquerque.

Lo que no se conoce es el impacto que está teniendo la huelga en los servicios de urgencias y si los pacientes están optando por acudir a este servicio, al no ser atendidos en sus consultas. El gerente del SCS señaló que se está realizando un seguimiento y habrá que esperar algo más para tener datos.

Tampoco es fácil de estimar cuánto tiempo tardarán de media en volver a ser citados los pacientes no atendidos en este periodo o en reprogramarse sus operaciones. Depende de cada caso, según matizó el director gerente.

EN VIGOR LAS GARANTÍAS DE DEMORA

Un elemento que tienen a su favor los usuarios es que la Ley de Garantías de Demora ya ha entrado en vigor en algunos de sus apartados. De hecho, desde el 23 de diciembre pasado ya se puede solicitar ser intervenido quirúrgicamente fuera del SCS, con cargo al sistema público cántabro, cuando se superen los 180 días en lista de espera.

Desde entonces, cinco pacientes han pedido ejercer ese derecho, según explicó Alburquerque a Europa Press. No obstante, matizó que no se sabe si ha sido por causa de la huelga. La Ley de Garantías de Demora prevé que esos pacientes puedan recibir la asistencia en otros centros, pero en ningún caso pueden ser intervenidos fuera del SCS por profesionales que trabajen en el sistema público cántabro, puesto que existe una incompatibilidad al respecto.

Por otro lado, para intentar paliar las consecuencias de la huelga el Servicio Cántabro de Salud puso ayer lunes en servicio un teléfono de información ciudadana (902.076.061), que atiende de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 horas, en el que se resuelven las dudas y se tramitan las quejas de los pacientes. Desde su entrada en servicio hasta media mañana de hoy se recibieron 168 llamadas de otros tantos usuarios.