ALICANTE 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
La subdelegada del Gobierno en Alicante, Etelvina Andreu, condenó hoy las amenazas recibidas por el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, y la concejal de Urbanismo y teniente de alcalde, Sonia Castedo, y aseguró que "independientemente de que no sea grave, se va a investigar el caso hasta las últimas consecuencias" porque, según indicó, "este tipo de bromas no son consentibles ni tolerables en un Estado democrático".
Tras visitar la calle Marqués de Molins de Alicante donde esta mañana se produjo un derrumbe parcial en un solar en construcción, a preguntas de los medios de comunicación Andreu confirmó que la policía judicial "está investigando el caso" de las amenazas.
En esta línea, afirmó que la primera estimación es que no se trata de algo de "inminente peligro" y recordó que el alcalde "ya ha dicho que la policía le comunicó que cuando alguien quiere cometer algo realmente, no lo avisa".
Asimismo, la subdelegada indicó que se ha puesto en contacto con el alcalde "para expresarle mi condena y decirle que puede otorgarse escolta". Al respecto, explicó que si el alcalde decidiera llevar escolta, necesitaría un permiso de la Subdelegación para que los agentes de Policía Local que le acompañen puedan ir vestidos de paisano.
En el caso de que el primer mandatario municipal deseara esta protección, Andreu aseguró que "firmaría automáticamente" este papel, "si él lo cree conveniente para su seguridad y tranquilidad".
A este respecto, la subdelegada del Gobierno quiso expresar su condena "más enérgica" para aquellas personas que cometen este tipo de actos, "que en ningún caso son justificables". En este sentido, señaló que en un estado democrático, los votos son "la forma clara de expresar el agrado o condena a un cargo político".
Finalmente, Andreu aseguró que no puede decir "hacia quién se pueden dirigir las sospechas", al tiempo que subrayó que "ya sea fruto de la crispación política o de la acción de un ciudadano gamberro es igual de intolerable".