El subdelegado del Gobierno admite que hay que "reforzar" la seguridad tras hallarse dinamita en Presidencia en Ourense

OURENSE 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocampo, aseguró hoy que es necesario "reforzar" las medidas de seguridad en los edificios públicos para evitar cierta "alarma" como la vivida el pasado viernes con la aparición de cuatro cartuchos de dinamita en la delegación de Presidencia, en el edificio administrativo de la Xunta en esta ciudad.

Camilo Ocampo manifestó que la seguridad hay que "cuidarla" y "mejorarla en la medida de lo posible", ya que a pesar de algunas precauciones, ciertos incidentes "se escapan" de los mecanismos de seguridad.

El subdelegado del Gobierno en Ourense abogó por adoptar medidas de prevención, ya que "siempre está muy bien" y, según sus palabras, es necesario realizarlo en todos los edificios públicos en la ciudad de Ourense. La vigilancia en el edificio administrativo de la Xunta de Galicia --que aglutina varias delegaciones del Ejecutivo gallego en la ciudad de Ourense-- corresponde a la Policía Autonómica.

Ocampo manifestó que, probablemente, la intención del autor o autores del incidente era crear "alarma" y rechazó totalmente la hipótesis de "terrorismo", dada la colocación de la dinamita --detrás del sofá donde se veía una parte del paquete--. A ello agregó que los cartuchos de dinamita encontrados tenían una antigüedad de 15 años, por lo que el peligro de explosión era "mínimo".

Durante la jornada de hoy continúan las investigaciones de la Policía Científica y de los Tedax (Técnicos en Explosivos) para aclarar la procedencia de la dinamita y descubrir cómo llegó hasta la segunda planta del edificio administrativo de la Xunta -donde se encuentra la delegación de Presidencia- que dispone de un control de scáner en la puerta principal.

Camilo Ocampo apeló también a la colaboración ciudadana para cualquier acto que suscite cierta alarma porque toda la sociedad debe estar un "poco atenta" y avisar a la Policía de cualquier movimiento extraño, ya que "más vale equivocarse" que "dejar pasar un hecho que después lamentemos".