Tres mil euros de multa por no facilitar alimentación a unos burros de su propiedad, algunos de los cuales murieron

SANTANDER, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Ganadería de Cantabria ha resuelto imponer a un vecino de Santoña una multa de 3.005,06 euros por no facilitar alimentación a unos burros de su propiedad, algunos de los cuales, murieron.

Según recoge la resolución del expediente sancionador por infracción de la Ley de Protección de los Animales, el sancionado, que podrá recurrir la multa, fue objeto de varias denuncias por parte del Seprona, en las que se daba cuenta del mal estado de varios animales de su propiedad, uno de los cuales fue encontrado en estado agonizante, mientras otros cuatro fueron hallados muertos.

El inicio del proceso sancionador contra dicha persona tuvo lugar el 26 de enero de 2005. La primera denuncia contra el sancionado se produjo el 19 de julio de 2002, por parte del Seprona de Santoña, y en ella se relataba la situación de 19 asnos "mal alimentados y en malas condiciones sanitarias".

Tras dicha denuncia, se realizó una inspección el día 8 de agosto de 2002, por parte de los facultativos de Producción y Sanidad Animal, que concluyeron que los animales no se encontraban "caquécticos", pero sí "en mal estado de carnes". Dichos animales disponían de agua, pero no de alimentos en el momento de la inspección.

El 4 de octubre de 2002 el Seprona de Santoña remitió un informe ampliatorio sobre la denuncia anterior, relatando la presencia de 23 asnos "con aspecto de abandono y desnutrición, pastando el poco verde que queda en la finca".

Con fecha 9 de abril 2003, el Seprona de Santoña remitió nueva denuncia en la que se relataba que "si bien el estado de los animales ha mejorado sensiblemente, se siguen observando irregularidades en el cuidado y vigilancia de los mismos, tales como que no poseen ningún tipo de cobertizo, estando amarrados en lugares donde no queda nada de comida para los mismos, así como en lugares próximos a carreteras, con el peligro que ello contrae".

Y el 13 de noviembre de 2003 se remitió por el mismo servicio de la Guardia Civil otra denuncia en la que se daba cuenta de la presencia, el día 30 de octubre de 2003, en el lugar donde el sancionado solía tener los asnos, de tres animales muertos que habían sido retirados antes del día 1 de noviembre de 2003 "quedando una serie de animales que se encuentran en total estado de abandono y sin ningún alimento ni lugar adecuado para su estancia".

Con fecha 3 de diciembre de 2003 se remitió por el Seprona de Santoña una nueva denuncia de fecha 25 de noviembre de 2003, según la cual se observó la presencia en el lugar conocido como marisma del Dueso de "un animal doméstico (burro) en estado agonizante, que según parece se encuentra en dicha situación desde el día 24 del corriente".

Ante esta nueva denuncia, el 1 de diciembre de 2003 se realizó una inspección por parte de los facultativos de Producción y Sanidad Animal, en presencia de agentes del Seprona a los lugares habitualmente ocupados por los animales, y se comprobó la presencia, en un lugar situado en el límite de los municipios de Argoños y Santoña, de 17 asnos, 4 de los cuales presentaban "mal estado de carnes", y uno aparentemente enfermo.

También se observó que los animales no disponían de alimentos que complementaran el pasto "escaso y ralo" de la finca, ni tampoco de agua para beber.

Y en fecha 18 de diciembre de 2003, en la misma parcela, los facultativos de Producción y Sanidad Animal comprobaron la presencia de 14 animales, todos en "muy mal estado de carnes", y tres de ellos aparentemente enfermos, que no disponían de alimentos ni de agua, habiéndose agotado el pasto de la finca.

CONFISCACIÓN

El 2 de febrero de 2004 se remitió por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), una denuncia según la cual, por parte de la misma persona se infligen "malos tratos a diversos burros de su propiedad, incluidas la desatención y falta de comida y agua, con resultado de graves daños, extenuación e incluso muerte de algunos de esos burros".

Y en fecha 8 de marzo de 2004 se recibió otra denuncia del Seprona de Santoña, sobre la inspección realizada en fecha 1 de marzo de 2004, en el lugar denominado 'cabaña de José', del término municipal de Argoños, en la que se observó que "había un burro muerto, cuyo cadáver se encontraba abandonado, el cual desprendía olor a putrefacto, y presentaba signos de permanecer en dicho estado durante varios días; en una finca colindante se observan ocho animales más, los cuales no tienen agua y se alimentan de la poca hierba que queda en la finca".

Así, el 23 de marzo de 2004 se dictó una resolución de la Dirección General de Ganadería, en la que se resolvió la confiscación, como medida provisional, de los équidos existentes en la explotación cuyo titular es el sancionado, así como de aquellos que hubiere cabida en el mismo marco de actuaciones y en el momento de la actuación se encontrasen presentes compartiendo instalaciones.

INFRACCIÓN MUY GRAVE

Estos hechos, según consta en la resolución de la Dirección de Ganadería, suponen una infracción muy grave de la Ley de Cantabria de Protección de los Animales, que así tipifica el hecho de "maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les suponga sufrimientos o daños injustificados, así como no facilitarles alimentación", por no facilitar alimentación a los animales, circunstancia que se ha comprobado de modo reiterado, y que pudiera haber influido en la muerte de al menos cuatro animales.

De la mencionada infracción, se considera responsable al sancionado en base a las denuncias formuladas por los agentes del Seprona de Santoña, y se le impone una multa de 3.005,06 euros, por la infracción correspondiente a no facilitar alimentación a los animales.

La misma persona había sido imputada de la comisión de una infracción leve de la Ley de Sanidad Animal, por "el ejercicio de actividades de comercialización de animales sujetas al requisito de autorización previa", ya que éste realizaba rutas turísticas con los animales, si bien dicha infracción ha prescrito.