Los vecinos del edificio derrumbado en Palma aseguran que tenía grietas en las que cabía "la cabeza"

Actualizado: lunes, 26 octubre 2009 15:57

PALMA DE MALLORCA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La propietaria del Bar Juan, situado frente al edificio derrumbado de la calle Rodríguez Arias de Palma, afirmó, en declaraciones realizadas a los medios, que la fachada presentaba "grietas en las que cabía un pie o la cabeza" a la altura de la planta baja, de cuyo inmueble "caían constantemente trozos".

Así lo confirmaron también otros vecinos que se encontraban en la Plaza Serralta de la capital balear, donde siguen las evoluciones de las tareas de desescombro mientras lamentan la situación y, sobre todo, acusaban de "pasibilidad a las instituciones ante la degradación del barrio".

De hecho, la dueña del bar recordó que el pasado viernes un cliente afirmó que ese edificio "se iba a caer" lo que ocurrió finalmente dos días después, a las 00:15 horas de la pasada madrugada.

La hostelera, que reside desde hace 39 años en el barrio, en el propio Bar Juan que dirige, precisó que, del edificio siniestrado, "caían constantemente trozos", al tiempo que aparecían nuevas grietas, en especial, en los bajos del mismo, sin actividad desde hacía 20 años (el local de la planta baja).

"SE ESCUCHÓ UN GRAN ESTRUENDO"

Por su parte, la vecina del segundo piso del edificio frente al derrumbado, Purificación Arzaya, que fue la primera que avisó del suceso a los Servicios de Emergencias, señaló que, hacía las 00:14 horas de la pasada madrugada se escuchó "un gran estruendo" y tras abrir la ventana comprobó que "no se veía nada, toda la calle estaba llena de polvo y caían cascotes", sin que se escucharan gritos ni otros sonidos procedentes de personas.

Arzaya explicó que los primeros en acudir fueron varios chicos que se reúnen en la Plaza colindante, situada a 30 metros, y que "habitualmente solían visitar a uno de los vecinos del edificio siniestrado, que era su amigo". Más tarde llegó la Policía Local y el resto de efectivos de Emergencias, relató

Esta vecina, que es una de las personas desalojadas de su vivienda, pasó la noche en casa de su hija, mientras que hoy pernoctará en el domicilio de otro familiar, sin que sepa cuando podrá volver al piso que ocupaba. Esta mañana, volvió a su casa para recoger ropa y medicamentos, motivo por el que los bomberos le dejaron que accediera al mismo.