Visto para veredicto el juicio contra los dos acusados de matar y calcinar una chica en Reus (Tarragona)

TARRAGONA 31 May. (EUROPA PRESS) -

El juicio contra Enrique A. y Gabriel D. que se hace en la Audiencia de Tarragona, por el asesinato y calcinación de una chica en Reus en julio de 2004, terminó hoy con las conclusiones finales de todas las partes y mañana el jurado recibirá el objeto de veredicto para empezar a deliberar.

La fiscalía ha modificado sus conclusiones iniciales y ahora no acepta la posibilidad que hubiera un autor del crimen y otro encubridor que lo supo después. Según la fiscal, los dos acusados participaron en la muerte de Thais.

Se fueron a un descampado a esnifar cocaína. Enrique A. le dio un puñetazo a la chica y Gabriel D. se tiró a su cuello estando ella en el suelo y la golpeó más, sin que el primer hiciera nada para evitarlo.

Después, una vez muerta, acordaron ocultar al máximo las pruebas y dificultar la investigación, por ello, tiraron el cuerpo en un lugar alejado, le prendieron fuego e incluso lo pudieron rociar con algún otro liquido para que fuera irreconocible.

La base para afirmar que hay dos culpables es que Enrique A. "no ganaba nada" incriminando en su versión a su amigo porque él aceptaba que estaba en el lugar de los hechos.

Igualmente, la fiscal atiende lo que dijeron los policías que por tal como quedó el cuerpo todo apuntaba a que lo habían trasladado dos personas y también que Gabriel D. conocía muchos detalles del caso cuando se le fue a interrogar, que sólo podían saberse si se había estado allí. Por ello, la fiscal solicita que se les condene por homicidio con el agravante de abuso de superioridad.

La acusación particular por su parte mantiene las dos versiones. Es decir, o bien los dos son culpables de asesinato o bien uno es el asesino y el otro el encubridor. Considera el delito asesinato al entender que existió en la comisión del crimen alevosía porque se actuó de forma "fría y calculadora".

La defensa de Gabriel D., mantiene que su cliente no participó en los hechos y lo único que hizo fue saberlos más tarde cuándo su amigo se los confesó. Esta parte ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales. Para él no hay pruebas contundentes que puedan incriminar a su representado.

El defensor de Enrique A., el acusado que ha permanecido en prisión provisional por este crimen hasta ahora, mantiene la inocencia de su cliente afirmando que la causa de la muerte de la chica "no está clara" y por lo tanto no se debería descartar una muerte natural por ataque asmático que no ha podido ser probado porque no se le facilitaron los informes médicos de la chica a pesar de solicitarlos.

Según explicó, su cliente se autoinculpó desde el principio porque "creyó que había matado a la chica" con el golpe que le dio en la cabeza, un golpe que los forenses determinaron que no fue mortal.

Para él, con el "vacío probatorio" sobre la causa de la muerte "no hay pruebas suficientes para determinar la culpabilidad" de su cliente.

A pesar de esto, el abogado defensor ya ha apuntado que en el caso que el jurado considere que Enrique A. es autor de la muerte de Thaís, se tengan en cuenta dos eximentes: el de intoxicación por drogas y el de confesión, ya que se entregó a la Policía.

En el alegato final, Gabriel D. señaló nuevamente que su único delito fue no denunciar lo que sabía de boca de su amigo y ha finalizado diciendo que si él hubiera estado en ese descampado, "hoy Thais estaría viva". Las peticiones de las acusaciones son de 15 a 20 años de prisión para el autor del crimen y 3 para el encubridor.