Actualizado 13/07/2007 17:15

Urbaneja rechaza que Internet sea la causa de la crisis de la prensa de pago


SAN LORENZO DE EL ESCORIAL (MADRID), 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, criticó hoy a los editores de diarios españoles por culpar a Internet de la crisis de la prensa de pago, en lugar de pensar en hacer "un mejor producto". A su juicio, las diferencias en el periodismo no las marcan "el viejo, de papel, y el nuevo, en Internet", sino que siguen siendo las mismas que separan "al buen periodismo del malo".

En su intervención en los Cursos de Verano de la UNiverisdad

Complutense, Urbaneja afirmó que los editores de diarios están

"aterrados ante la muerte del papel", y que ante ese miedo "actúan con la técnica del chivo expiatorio y han decidido que hay dos culpables: la prensa gratuita, que quita lectores, e Internet", aseguró. "El estado de opinión es que los culpables no son ellos, sino otros", afirmó.

En su conferencia en el curso 'Periodismo social, comunicación y nuevas tecnologías', indicó que los responsables de los diarios de pago culpan a terceros del "fin del mundo". "Cuando descubres que hay un perverso enemigo de fuera que viene a acabar contigo, pues es un factor externo, y puedes dormir tranquilo. Una vez que lo has

explicado, pues te dedicas a administrar la decadencia", afirmó el presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (Fape).

Como factores de esta crisis, Urbaneja apuntó también a la

"indecisión" de los editores, que no aciertan a saber cuál es su

función. A su juicio, padecen una "perplejidad" por la que "ya no saben a qué se dedican". En este sentido, criticó la "obsesión" por el multimedia, que habitualmente desemboca en que los empresarios ganan dinero con su negocio tradicional, y lo pierden con todo lo que se ponen a hacer después. "Innovar es muy difícil, y acertar más, sobre todo cuando afrontas un negocio secundario, con menos espíritu", señaló.

Entre otros temas, aludió al interés de los editores por defender los derechos de autor: "Creen que son el problema de su ruina", ironizó Urbaneja, que aseguró que ha mantenido reuniones con la patronal en representación de las asociaciones pero no han conseguido consensuar una posición. A su juicio, el asunto es "una tontería que han hecho categoría".

Por otra parte, afirmó que el negocio ya no consiste en el aspecto artístico, "sino en las enciclopedias o las licencias". "Como los editores no vuelvan al negocio a hacer bien sus cosas, pues no sé qué va a pasar", afirmó.

Otro de los peligros que afronta la prensa, según Urbaneja, es la "generalización del pesimismo y el fatalismo" entre los profesionales, a su juicio injustificado, ya que, en tal caso, "lo lógico sería irse a otra parte, a trabajar en el Carrefour, pero la gente no se va y los jóvenes se apuntan cada vez más". Para combatirlo, recomendó a los periodistas que se insubordinen más y critiquen más a los redactores jefe.

PERIODISMO ARTESANAL.

En este panorama de cambio, Urbaneja aludió a las oportunidades de la nueva tecnología, ante la que hay que poner en valor que el periodismo "debe ser cada vez más artesanal". "Se tiene que defender el trabajo individual, porque todas las informaciones son iguales y todos los accesos son los mismos, pero hay unas que se compran más y que gustan más y otras menos".

"Por tanto, seamos artesanos y hagamos jarrones que a la gente les gusten. La diferencia jo es el viejo y nuevo peridosismo, sino el bueno y el malo", afirmó el presidente de la APM, que criticó la "bobada" de que el periodismo que se hace en Internet es el moderno y el del papel "antiguos". "Las reglas del oficio son las de siempre y afectan a todos los soportes".

Así, defendió un uso de las nuevas tecnologías "que sea útil y bien adaptado" para que cada uno tenga sus elementos de navegación. Por último, rechazó la idea de que los periodistas son los "monopolistas de la información", y negó que los profesionales sean educadores ni gente que divierte al público. "Tenemos que rescatar nuestra vocación de informadores entendido como mediación", concluyó