SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, ha visitado este lunes los trabajos de señalización y mejora efectuados en el Camiño do Norte, que este miércoles cumplirá dos años como Patrimonio Mundial de la Unesco. Las obras, a lo largo de cerca de 200 kilómetros, hacen de esta ruta "un itinerario más accesible y seguro".
La actuación en el Camiño do Norte se desarrolló en 16 ayuntamientos de las provincias de Lugo y A Coruña y se dividió en tres tipos de intervenciones: la incorporación de nuevas señales que faciliten la orientación de los caminantes, la rehabilitación del trazado en aquellos trechos donde fue necesario y la mejora del drenaje, para evitar situaciones que dificulten el peregrinaje. La inversión superó los 2,3 millones de euros.
"El Plan director y estratégico del Camino de Santiago, presentado pocas semanas después de la consecución del título de la Unesco en 2015, incluía compromisos para mejorar esta ruta", ha subrayado Nava Castro en la visita desarrollada en un tramo en el ayuntamiento lucense de Barreiros.
En este sentido, la directora de Turismo ha recordado que "muchas de las propuestas" avanzadas entonces "son una realidad y hacen del peregrinaje una experiencia acorde las expectativas del peregrino, que gana en seguridad y en certezas".
ACTUACIONES
En el campo de la señalización, se han colocado más de 900 hitos de piedra, en los cuales se indican cuantos kilómetros separan al peregrino de su meta en Santiago de Compostela. Se incorporaron también 200 conchas cerámicas con flecha en paramentos horizontales y otras 20 conchas de bronce para su correcta señalización. Como complemento, se procedió a la instalación de carteles informativos en las distintas bifurcaciones del Camino y en los trazados alternativos.
Con el fin de que el peregrino no encuentre problemas en el trazado cuando discurre por él, se llevaron a cabo labores de limpieza, desbroce y recuperación en aquellos trechos del Camino de Santiago cerrados por la vegetación.
Del mismo modo, en aquellos donde se encontraba en malas condiciones, dificultando el paso, se realizó aporte de materiales con características semejantes a los que ya existían en la zona. Y por último, en los casos donde la pendiente de la ruta era elevada, se optó por estabilizarla con materiales que garanticen su correcta conservación en el futuro.
Un tercer eje de trabajo consistió en la mejora del drenaje. Para conseguirlo, se limpiaron las cunetas y se colocaron elementos de piedra como pasos de agua, canales y elementos de protección en los bordes del trazado, para impedir que el agua pueda deteriorar el Camino.
