CASTELLÓN, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Castellón ultima la adecuación de la Lonja de Catí (Castellón) como Centro de Interpretación de primer orden turístico con tal de mejorar las oportunidades turísticas de l'Alt Maestrat.
Con un presupuesto de 125.000 euros, esta actuación convertirá uno de los más emblemáticos edificios históricos del municipio construido en el siglo XV, en un producto turístico que revierta en beneficios a su territorio.
El vicepresidente de la Diputación y diputado de Cultura, Vicent Sales, que ha trabajado en la culminación de este proyecto con el alcalde de la localidad, Pablo Roig, ha anunciado que "ya está prácticamente concluido el trabajo que transformará totalmente la visita de este edificio para convertirla en una experiencia que los visitantes no olviden".
"Queremos que el patrimonio histórico de los municipios sirva para mejorar su presente y potenciar sus oportunidades de futuro, y con este caso de la Lonja de Catí es un ejemplo clarísimo de ese potencial de un patrimonio de primer nivel como producto turístico", ha agregado.
Así, Sales ha hecho hincapié en que van a dotar a Catí y a toda la zona de "un valioso producto turístico para que más gente venga a conocer su historia". "Teníamos el recurso, un edificio que es una joya del gótico civil, considerada la segunda lonja más importante de la Comunitat, ahora damos un paso más dándole más contenido, generando en torno a este emblema de nuestro patrimonio toda una experiencia turística para que miles de personas vayan a Catí durante todo el año", ha señalado.
Hay que tener en cuenta que este edificio se une en su relevancia y riqueza patrimonial a otros espacios tan significativos en Catí como la iglesia del siglo XIII y o las pinturas de la Ermita del Avellà, restauradas también a cargo de la Diputación.
UNA JOYA DEL GÓTICO CIVIL DE LA COMUNITAT
El gran valor de esta edificación reside en que conserva su estructura y materiales originales. Destinada a albergar las reuniones del Consell de Catí en su planta noble, el resto del edificio sirvió de cárcel en sus bajos, de lonja de mercado a nivel de la Calle Mayor y de depósito de trigo en la parte alta posterior.
El conjunto de este edificio está considerado como una joya del gótico civil de la Comunitat Valenciana, y destacan sus ventanas góticas ajimezadas, sus techos de madera, los siete arcos interiores que configuran un gran espacio cubierto como lonja y el suelo empedrado de su planta noble.
