Tailandia, tierra de sonrisas

Canales Bankok
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 26 julio 2013 14:59

Por Ángel Núñez

Las formas de vida de los autóctonos marcarán la experiencia del viaje, sus sonrisas constantes y su filosofía, junto con la ajetreada ciudad y la tranquilidad de las playas, forman una sensación de contrastes muy fuerte y peculiar. Un choque cultural que conquista a sus turistas.

'Comida tailandesa', 'masaje tailandés' o 'lucha tailandesa', quizá sean las tres cosas que conocemos desde fuera, pero Tailandia es un país lleno de personalidad. La variedad de su oferta turística, repartida en sus cuatro grandes áreas geográficas, permite elegir libremente como vivir esta experiencia.

Con el ambiente de las calles y los campos, podemos observar cuales son las actividades de ocio que más se practican, como el Muay Thai, deporte de lucha de larga tradición, y las danzas tradicionales. Por otra parte, la práctica de la escalada, recomendable en la isla de Rai Leh en Krabi, el golf, el trekking con elefantes, el 'bungee jumping' y múltiples deportes acuáticos como el submarinismo y el buceo, la náutica o el kayak, son los deportes que más se practican en este país.

BANGKOK

"Gran ciudad de ángeles, depositaria de gemas divinas , tierra inconquistable, amplio y prominente reino, real y deliciosa capital, llena de las nueve nobles gemas, la más alta morada real, y gran palacio refugio divino y residencia de los espíritus reencarnados", así es el verdadero nombre de la capital de Tailandia, aunque ellos lo resumen como "ciudad de los ángeles".

En la ciudad más importante del sudeste asiático, una metrópoli llena de bullicio, que combina edificios de tradición y rascacielos inmensos, lo mejor es empezar por el barrio real, donde se concentran el mayor numero de templos y mercados, quizá el mas atractivo de su cultura. En Bangkok encontramos el Gran Palacio Real y el Templo de Esmeralda, lugares donde la monarquía y el budismo tienen su mejor representación; ambos edificios llenos de colores y símbolos guardan en su interior un espíritu único, y por los que el turista debe guardar gran respeto.

En esta misma ciudad también se pueden comprobar sus particulares medios de transporte. No hay que sorprenderse si para llegar de un sitio a otro hay que coger un kayac, luego una moto o un 'tuk tuk', un autobús, y finalmente un barco. Los canales, rodeados de casas sujetas por palos, pequeños templos y niños jugueteando forman parte de sus vías de transporte. El río Chao Phraya es la vía central de la ciudad, y todo lo que lo rodea es digno de admirar.

Los mercados, de gran fama por sus piedras preciosas y objetos artesanos, están llenos de productos tradicionales, curiosos, y otros no tan tradicionales, la práctica del regateo es necesaria si se quieren obtener los mejores precios ya se encuentran copias de grandes marcas, las cuales también tienen su sitio en otro tipo de centros comerciales más exclusivos.

GASTRONOMÍA

Pasear con un plato de tallarines al 'wok' por las calles y seguir visitando la ciudad de forma libre, o ascender a los rascacielos, donde se encuentran algunos de los restaurantes de alta cocina más carismáticos de la ciudad, distintos placeres, pero inolvidables.

Probar las delicias de la gastronomía tailandesa y los platos que caracterizan a las cuatro regiones principales es descubrir los secretos de su cultura a través de sus sabores. Tailandia es un paraíso para los que aman la buena cocina, con una gastronomía muy rica, ya que se han recogido muchas de las técnicas de la cocina portuguesa, la china, la española o la japonesa.

El curri, la guindilla o el pescado son ingredientes muy presentes en casi todas las regiones pero, sin duda, el arroz y los tallarines (fideos de arroz) son los ingredientes que nunca faltaran en una comida tailandesa, una de las más creativas y ricas por el sabor de sus ingredientes y su exquisitez.

ISLAS Y PLAYAS

Las playas de Tailandia también son una delicia, sobretodo para la vista. La arena blanca y sus aguas cristalinas son la característica general de todas ellas. Algunas enmarcadas en islas exóticas y con formaciones de piedras únicas que hacen de cada una más espectacular que la anterior.

La tranquilidad y el gozo son dos sensaciones aseguradas en estas playas, que cada uno debe elegir a su gusto, sin dejar escapar algunas como la 'Lonely Beach' en Ko Chang, la playa de 'Ao Pra' en Koh Mak, 'Hat Thong Nai Pan Noi' en Ko Phangan, 'Ao Pai' en Ko Samet, 'Ko Nang Yuan' en Koh Tao, 'Mae Nam' en Koh Samui, 'Hat Chaweng' y 'Hat Lamai', 'Hat Sai Kaew' (la Playa Diamante) o la 'Maya Beach' en Ko Phi Phi.

Por no hablar las islas, que aguardan muchas de estas playas, como 'Phuket', la más grande y afamada, una de las zonas más turísticas orientada a la felicidad y a la satisfacción, y 'Ko Pha-Ngan', conocida por las fiestas de la luna llena. Muy conocida también es 'Ko Tapu', donde se rodó la famosa escena de James Bond, o 'Ko Samui', la isla de los cocos, que es la tercera más grande del país. 'Similan' y 'Ko Tao', ambas perfectas para el buceo y los deportes acuáticos, y por último las más cercanas a Bangkok, la isla de 'Ko Chang', 'Ko Samet' y 'Ko Mak'.

POSIBILIDADES PARA EL ECOTURISMO

Tailandia guarda muchos espacios naturales donde practicar el turismo ecológico, como los campos de arroz ya han adoptado multitud de programas para visitantes.

Su inmensidad de parajes naturales y aguas han hecho de Tailandia un lugar magnifico para aventureros, donde realizar deportes de montaña como el senderismo en el Parque Nacional Khao Yai, un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza, y con valor añadido por ser Patrimonio de la Humanidad. Si sigues con ganas de aprender mas sobre la cultura, al final del río Chao Prhaya se llega a 'Ayutthaya' Parque Histórico que muestra la historia tailandesa.

Lanjia, es un eco-hotel situado en la ladera de las montañas de Chiang Rai con majestuosas vistas al río Mekong y Laos. En el Sur se dan las condiciones perfectas para descubrir la fauna debajo del mar. Mientras que en otros lugares, como la aldea Mae Kampong, se ofrece la posibilidad de sumergirse en sus forma de vida y experimentar de forma activa la naturaleza.